30 de diciembre de 2010

Hacia el SOL

Instalar un panel solar es a la vez una experiencia gratificante y una tarea mas complicada de lo que parece.
El principal inconveniente está en que las instalaciones sanitarias de nuestras viviendas no esta preparado para adicionar un sistema de calentamiento de agua mediante energía solar.
Prever la instalación en la etapa de construcción o durante una reforma o actualización de los baños y cocinas es muy sencillo, abaratando y facilitando la instalación.

Lo que se necesita es un punto de abastecimiento de agua y que el agua calentada ingrese al circuito de agua caliente de la vivienda. En mi caso opte por mantener los tradicionales termotanques eléctricos pero ingresando a ellos el aga calentada por el sol. Como medida de seguridad agregué al sistema llaves de paso manuales que permiten aislar el circuito solar ya sea por algúna rotura o para su mantenimiento.

Como medida de seguridad debe tenerse en cuenta que en días como estos de diciembre, el agua del tanque puede facilmente superar los 100ºC, literalmente hierve. Si agua a tan alta temperatura ingresa alas cañerías de la casa entonces podrían producirse roturas y su uso directo por ejemplo para lavarse las manos o bañarse supondría graves quemaduras, pudiendo incluso dañar equipos como bombas o lavarropas.

Para evitar eso es indispensable adicionar a la salida del tanque solar una válvula termostática que limite la temperatura de salida del agua a 50ºC mediante la mezcla con agua fría.

Otro punto a considerar es que si bien un sistema no presurizado con control digital del ingreso de agua es muy eficiente, la no presurización del sistema significa que el agua llega a la casa como lo hace desde un tanque elevado, con mucha menos "fuerza" de la que generalmente tiene la red de OSE. Para aumentar esa presión se debe adicionar al sistema una bomba presurizadora con potencia suficiente para la presión deseada. En ese punto aún tengo que mejorar, ya que la bomba instalada de 0,1HP no es suficiente. Agrego un diagrama del sistema con todos sus componentes y quedo a las órdenes por cualquier consulta o comentario:

23 de diciembre de 2010

Empetrolados

Uruguay consume anualmente suficiente petróleo como para llenar casi cuatro veces el Estadio Centenario

Desde hace un par de meses se comenta en prensa que existe una alta probabilidad de que este verano, las precipitaciones estén por debajo e incluso muy por debajo de lo normal. La mayoría de los pronósticos meteorológicos de largo plazo indican que se producirá una “seca” importante en la región sudeste de Sudamérica. La causa sería la prevalencia de la circulación denominada “La Niña” en el Océano Pacífico, lo que se asocia estadísticamente con situaciones de déficit hídrico en Uruguay(1).
La ocurrencia de fenómenos de “seca” afecta negativamente todo el aparato productivo uruguayo. El componente energético no es ajeno a esto dado que el sector eléctrico es altamente dependiente de su componente hidroeléctrica, tanto por la potencia disponible como por el costo de la generación.

Cuando la generación hidroeléctrica es insuficiente para atender las necesidades del sistema, las opciones son las de recurrir a la importación de electricidad de países vecinos o generarla localmente mediante las centrales térmicas de respaldo que funcionan en base a petróleo y sus derivados.
Cada vez que eso sucede, aparecen los temas del costo que ese uso supone para el operador del sistema (UTE), el precio que se paga por la electricidad según su origen y la posibilidad de que incremente el costo del servicio eléctrico a los usuarios. A fin de amortiguar esos impactos se ha creado un muy discutido fondo de estabilización de tarifas que contaría hoy -de acuerdo a declaraciones de directores de UTE a la prensa- con unos cien millones de dólares.(2)

Todo importado.

Uruguay carece de hidrocarburos, pero igualmente obtiene casi dos tercios de su energía de la combustión del petróleo y sus derivados. Actualmente su mayor uso se da en el sector transporte. La utilización de este energético en la generación de electricidad aumenta esa porción, e incide en la “factura” o “cuenta“ petrolera y en su peso en el comercio exterior de nuestro país.

El monopolio de la importación y refinación de petróleo, así como el comercio de otros combustibles está en manos de la ANCAP. Las excepciones son solamente el gas natural, el alcohol carburante y el biodiesel cuyo comercio es abierto. De las memorias anuales del organismo, disponibles en la web para los años 2006, 2007 y 2008 es posible obtener información de la importación anual de crudo y del comercio de derivados, en metros cúbicos, desde el año 2000.(3)

El volumen medio importado anualmente es de 2,1 millones de metros cúbicos o lo que es lo mismo, suficiente petróleo cada año como para rodear el Uruguay con un muro de un metro de alto y un metro de ancho. La importación de petróleo tiene importantes variaciones interanuales que reflejan, las variaciones del consumo y situaciones como el paro de actividades de la refinería, durante 1993 y 1994 para su remodelación. Las series de datos mas largas disponibles públicamente son las de la Dirección Nacional de Energía y Tecnología Nuclear (DNETN) con información desde 1965, principalmente expresada en equivalentes energéticos y no en volumen físico.(4)

Si a fin de filtrar las variaciones interanuales, tomamos medias quinquenales se ve claramente que la importación de petróleo ha experimentado entre 1965 y 2010 un incremento de solo 10%. Similar incremento se observa en la incidencia de ese proceso en la balanza comercial donde pasó del 21% del total de importaciones en 1970-74 al 23% en 2004-2008.

Se registran igualmente dos períodos en que la importación de petróleo superó en valor el 30% de las importaciones totales. Ello sucedió en 1974-1975 y 1980-1984, coincidiendo con las crisis de abastecimiento y subas de precio del a OPEC de 1973 y 1979, y la crisis de 1982 .

En comparación, la generación de electricidad prácticamente se ha quintuplicado en el período. Así la importancia relativa del petróleo como insumo ha pasado de ser casi el 75% antes de la puesta en operación de SALTO Grande Palmar, a un 20% en el período 1999-2007. La situación de seca pronosticada podría llevar a que esa porción se eleve hasta el 60% como ya sucedió en 2008, coincidiendo entonces además, con el pico histórico de los precios internacionales del petróleo.

Oro negro

Todo el petróleo que consume Uruguay llega al país por vía marítima. Las memorias anuales de Ancap nos permiten ver que 13 han sido los países proveedores del Uruguay desde el 2000, algunos con solo una ocurrencia en el período. (5)

Desde el 2005 algunos acuerdos y medidas influyen sobre la importación de crudo. Ellos son, el tratado con Venezuela, la contratación de un seguro de precio (8) -que hoy no está vigente- y el tratado de intercambio de crudo por derivados con Ecuador. De ellos, el primero permite financiar el 25% de las compras de petróleo a Venezuela a 15 años con dos de gracia y con una tasa de 2% anual. (6)

Las estadísticas del Banco Central (BCU), el Instituto Nacional de Estadística (INE) y la DNETN , todas presentan datos anuales del valor total en dólares de las importaciones. Tratándose de operaciones de comercio exterior, la Dirección Nacional de Aduanas es la opción natural para encontrar información detallada del origen y costo de cada embarque o importación. El petróleo corresponde a la partida arancelaria 2709001000.

La información disponible en Aduanas para esa partida,(7) no coincide con las otras fuentes. La sumatoria de los registros aduaneros es claramente inferior al volumen de petróleo importado. Eso no tiene efectos impositivos ya que la importación de petróleo esta exonerada. De acuerdo con fuentes de Aduana las diferencias se debieron a errores administrativos en el manejo de la documentación entre Aduana y Ancap que se esta trabajando para corregir.

Para este artículo, Ancap proporcionó a solicitud, un reporte de las operaciones de importación de crudo entre 2006 y noviembre de 2010. En ese reporte se indican los orígenes, el tipo de crudo y el precio por barril de cada embarque. El costo de algunas compras en el primer semestre de 2009 fue afectado por aplicación de las cláusulas del seguro de precio que estipulaba un precio mínimo de U$S 54 por barril. (8)

En ese período el número de países origen de las importaciones disminuyó a 9 y Venezuela fue el origen del 65% del crudo importado. Ese volumen se traduce en un total de 2960 millones de dólares, de los que en caso de haberse utilizado en todos los casos la altamente favorable financiación del tratado, implica la financiación por parte de Venezuela de 740 millones de dólares, parte de la cual ya se ha comenzado a pagar.

Entre julio y agosto pasado este tema cobró estado público con discusiones sobre el monto de la deuda. y paralelamente pudo saberse que una parte de la financiación habría sido transferida por Ancap a Ute al financiarse así la compra de combustibles utilizados por esta para la generación de electricidad.(9)

La posibilidad de que se establezca una nueva situación de seca o déficit hídrico volverá a poner de manifiesto la dependencia del sector eléctrico en el sistema hidroeléctrico y la necesidad de modificar el paradigma generador de ese sector.

Allí la integración de fuentes renovables tiene el potencial para diversificar la matriz eléctrica con fuentes autóctonas, generando simultáneamente trabajo y desarrollo genuino para el país. La complementación del sistema hidroeléctrico con eólica, solar y respaldo en biomasa unido a un agresivo programa de eficiencia energética, podrían servir además para incrementar la confiabilidad y seguridad del sistema. Especialmente cuando los parque eólicos actualmente en operación en Uruguay lo está haciendo con factores de planta superiores incluso a los de algunas centrales termonucleares de la región.(10)

Raúl E. Viñas

1 www.climatecentre.org
2 www.americaeconomia.com
3 www.ancap.com.uy
4 www.dnetn.gub.uy
5 Ancap, memoria anual 2008 Pag. 41
6 http://www.presidencia.gub.uy/_Web/noticias/2005/12/2005120804.htm
7 www.aduanas.gub.uy (Consultas Públicas)
8 http://ladiaria.com/articulo/2010/11/felices-fiestas/
9 http://www2.standardandpoors.com/portal/site/sp/es/la/page.article_print/3,1,1,0,1093411765903.html
10 http://world-nuclear.org/NuclearDatabase/reactordetails.aspx

21 de diciembre de 2010

Que me disculpe la UTE

Varias veces tuve la idea de instalar en mi domicilio un colector solar.
Finalmente a principio de 2010 decidí que lo haría y así lo primero fue ver que sería necesario para instalarlo y operarlo en forma segura y eficiente.El mercado ofrece varias opciones con diferentes sistemas de calentamiento, superficies colectoras y los hay de origen nacional e importado.

Seleccioné el sitio de instalación en la azotea y planifiqué las conexiones necesarias ya que pretendía que el equipo abasteciera en modo de precalentamiento los dos termotanques eléctricos ubicados uno por planta y que proveen de agua caliente a los tres baños y la cocina. Decidí que también se abastecería de ese sistema el lavavajillas que sería conectado a uno de los termotanques.
En la ubicación elegida el colector estaría totalmente expuesto al viento, así por motivos puramente estructurales decidí que usaría uno de tubos de vidrio cuya estructura “enrejada” ofrece menor resistencia al viento.
El tema del dimensionamiento del sistema me llevó a elegir primariamente un sistema con tanque de almacenamiento de 150 litros pero para mayor seguridad de abastecimiento y a instancias del proveedor se terminó instalando uno de 200, suficiente en teoría para una familia de 4 personas.
Para mejor controlar el flujo y la temperatura del agua procuré evitar el ingreso de agua fría, por ejemplo durante la noche y me decidí por un sistema no presurizado con una válvula electrostática en el ingreso.

Limitar la temperatura de ingreso del agua a la casa con el fin de evitar la rotura de caños y posibles accidentes por quemaduras obligó a instalar una válvula termostática cuya temperatura de salida se graduó a 52ºC como máximo.
Así, además del colector fue necesario adquirir e instalar:
. una válvula electrostática para control de ingreso de agua al tanque,
. una válvula termostática para limitar la temperatura de salida de agua del sistema hacia la casa,
. una válvula reguladora de presión para igualar la presión del sistema de OSE a la del tanque en la válvula termostática
. una bomba para incrementar el flujo de agua hacia la casa.
Lo mas complicado fue incorporar el sistema a la estructura de la vivienda que no estaba preparada de antemano, limitando al mínimo los agujeros y los pasajes visibles de caños. Para ello se colocó un cielo raso de yeso en uno de los baños, por sobre el cual pasan los caños.
El sistema cuenta con llaves manuales que permiten aislarlo desde dentro de la casa en caso de rotura o falla, pasando entonces los termotanques a recibir agua directamente de OSE.
Se completa el sistema con un control digital con indicación de temperatura y nivel de agua en el tanque. Desde ese sistema se puede además programar las horas de llenado del tanque o cargarlo en caso de necesidad.
El costo total del sistema con instalación e impuestos incluidos fue de U$S 1796 que se repagarán en un plazo de 27 a 32 meses.
Claro que además tiene la satisfacción de terminar de bañarse y ver que el termotanque no enciende su lámpara piloto.


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Debate Nuclear en Uruguay

Razones y sinrazones de un debate que lleva décadas.
(Publicado en el Suplemento de Energía de La Diaria, Noviembre 2010)
Las fuentes radiactivas existen en la naturaleza, empezando por el sol. Las artificiales están tan cerca de nosotros, como el consultorio de nuestro dentista o el detector de humo de un apartamento.

La ciencia ha desarrollado numerosas aplicaciones de las propiedades radiactivas de muchas sustancias, en campos que van desde la medicina, a las aplicaciones militares, pasando por la conservación de alimentos y la medición de parámetros ambientales.

Otra aplicación, es la de utilizar masivamente material radiactivo para producir vapor y generar electricidad. Eso se logra mediante centrales termonucleares de potencia. Esas centrales son similares a cualquier central térmica, en el hecho de que el generador propiamente dicho está acoplado a una turbina de vapor. La diferencia está en que si bien el vapor puede producirse por la combustión de petróleo, carbón, biomasa, o la concentración de energía solar, en las centrales termonucleares, se genera utilizando la radiación emitida principalmente por el Uranio 235.

La necesidad de aislar los elementos radiactivos del ambiente, obliga a la mayor diferencia entre las centrales nucleares y todas las otras, ya que se debe construir un núcleo para contenerlos, dentro del cual se ubica además el sistema de refrigeración y el generador de vapor.

Si bien se reconocen varios tipos de centrales termonucleares, todas son básica y estructuralmente similares, difiriendo solamente en su potencia, el sistema de enfriamiento y la concentración de material radiactivo en el combustible utilizado.

Hoy en el mundo existen, de acuerdo con la World Nuclear Association, (1) cuatrocientas treinta centrales en operación. Otras cincuenta y ocho están en proceso de construcción y ciento treinta instalaciones han sido cerradas estando a la espera o en proceso de desmantelamiento.

De las plantas en operación más de la mitad se ubican en cuatro países: Estados Unidos, Francia, Japón y Rusia. La construcción de nuevas centrales mientras tanto se concentra en China, Rusia, Corea e India sin que ninguna se agregue a las existentes en Estados Unidos o Canadá y solo dos estén en construcción en Europa Occidental.(2) Ambas en complejos con plantas termonucleares ya existentes y con importantes retrasos y sobrecostos en su construcción.

NUCLEAR REGIONAL

A nivel regional Cuba abandonó la construcción de dos plantas a fines de los ochentas, mientras Méjico, Brasil y Argentina operan dos centrales cada uno, lo que completa las seis centrales latinoamericanas.

La más antigua es “Atucha 1” en Argentina comenzada en 1968 e inaugurada en 1974. La segunda central Argentina, “Embalse” en Cordoba, demandó diez años para su puesta en operación en 1984. Del lado brasileño “Angra 1” que comenzó a operar en 1985 fue construida en catorce años y “Angra 2” demandó 25 años para su puesta en operación en 2001. Las centrales mejicanas de “Laguna Verde” 1 y 2 entraron en operación en 1990 y 1995 luego de 14 y 18 años de construcción respectivamente.

Completa el panorama nuclear regional que tanto Argentina como Brasil tienen cada uno una planta en construcción, “Atucha 2” en Argentina desde 1981 y “Angra 3” en Brasil en construcción desde 1983.

URUGUAY NUCLEAR

A nivel nacional, la crisis petrolera de 1979 y el impulso nuclear regional de principios de los ochenta, llevó a que se planteara en diferentes ámbitos la posibilidad de incorporar un reactor nuclear de baja potencia con fines de investigación y generación de electricidad. Esta idea se abandonó totalmente con la puesta en funcionamiento de Salto Grande y Palmar en 1982.

En 1988 se plantea la posibilidad de un tratado de cooperación nuclear con Canadá, que se trató repetidas veces a nivel parlamentario hasta 1992. Paralelamente la Dirección Nacional de Energía definía en 1991, que un emplazamiento probable para una central termonuclear sería la zona de la represa de Palmar, siendo necesario realizar mayores estudios para determinar la conveniencia de esa opción.

A nivel parlamentario en 1991 se legisla que la instalación de una central termonuclear de potencia, ya sea esta pública o privada, deberá ser autorizada por ley (Artículo 215 de la ley 16226) y en 1992 por el artículo 27 de la ley 16832 se prohíbe el uso de energía de origen nuclear en el territorio nacional.

El tema nuclear reaparece en 2005 en el Plan Energético 2005-2030 de la Dirección Nacional de Energía y Tecnología Nuclear (DNETN). En el se propone estudiar la opción, al igual que la posibilidad de incorporar a la matriz energética carbón y gas. Así en 2006 un trabajo de la DNETN presenta aspectos para el análisis de la alternativa nuclear.

Durante 2007 son presentados al parlamento al menos dos informes, en los que incluso se llega a recomendar el modelo y fabricante de la “central termonuclear a instalar en Uruguay”. Las declaraciones del entonces Presidente, Dr. Vázquez en ocasión de sus visitas a Israel y Corea llevan el tema a la prensa en 2008, resaltando la voluntad de esos países en participar de un eventual plan nuclear uruguayo.

Hacia fines de 2008 se presenta el informe “Análisis para la eventual puesta en marcha de un programa nuclear para la generación eléctrica en Uruguay”, preparado por un grupo técnico multidisciplinario el que recomienda seguir las directivas de la Organización Internacional de Energía Atómica (AIEA) para estudiar el tema. (3) Sobre esta base se designa una comisión multipartidaria nuclear para estudiar el tema, comisión que debiera estar integrada por tres representantes del Poder Ejecutivo, tres del Frente Amplio y uno por cada uno de los partidos con representación parlamentaria.(4)

En 2009 el tema energético estuvo presente en los programas de gobierno de todos los partidos para las elecciones de octubre. En el tratamiento del tema, la opción nuclear no es mencionada por el Frente Amplio ni el Partido Nacional, que si hablan de diversificar la matriz energética. El programa del Partido Independiente la menciona como tema a estudiar y en el programa del Partido Colorado se expresa la necesidad de que Uruguay cuente con al menos una central termonuclear en lo próximos seis o siete años y que mientras tanto debiera alquilar algún reactor nuclear. Específicamente se refiere el programa al proyecto de la empresa rusa Rosatom, de instalar reactores nucleares en barcazas, proyecto que no se espera esté operativo hasta 2012 (5). Una posición absolutamente contraria al uso de energía nuclear es la que manifiesta desde su programa la Asamblea Popular.

En diciembre de 2009 la Comisión Nuclear encargó con fondos estatales una encuesta sobre la percepción pública de la energía nuclear, uno de cuyos pocos resultados conocidos es que el 62% de la población quisiera disponer de más información sobre el tema.

En febrero de 2010, la multipartidaria sobre temas de energía -algunos de cuyos integrantes lo son también de la Comisión Nuclear- recomendó diversificar la matriz energética nacional y dentro de ese esquema culminar con los estudios de viabilidad de la opción nucleoeléctrica propuestos por esa comisión. En agosto pasado, en el proyecto de presupuesto nacional se asignó casi un millón de dólares para la fase uno de esos estudios.

Finalmente en octubre y por iniciativa de la Universidad de la República, se realizó un “Juicio Ciudadano” en el que ninguno de los 15 jurados estuvo a favor de la implantación de una central termonuclear en el actual estado de la tecnología. Los matices del jurado van desde el NO, hasta el ver la posibilidad de aceptarla, si los avances tecnológicos minimizan el riesgo asociado al emprendimiento. Paralelamente se pidió transparencia a la Comisión Nuclear y que se de difusión a sus informes y encuestas.

OPCIÓN NUCLEAR

Entre las razones esgrimidas a favor de instalar al menos una central termonuclear en el Uruguay, está el que los países vecinos ya utilizan esa tecnología y que entonces estamos expuestos a los riesgos de un accidente nuclear. Si bien el argumento es débil, es al menos parcialmente cierto para el caso de Atucha en Argentina, que se encuentra a menos de 100 kilómetros del centro de Buenos Aires y de Nueva Palmira. Del lado brasileño las centrales distan más de 1700 kilómetros de la frontera y además los estados de Rio Grande del Sur, Santa Catarina y Paraná se han declarado por ley, libres de centrales nucleares.

También se pregona que la energía nuclear es “energía de base”, disponible y controlable, en contraposición con las fuentes renovables, que al depender de “combustibles” como el sol, el viento y el agua no están siempre disponibles. Eso también es cierto, si bien la utilización conjunta y complementaria de las fuentes renovables en un esquema integrado con la generación mediante biomasa -que puede servir como respaldo- puede asegurar la disponibilidad. Ahora que si el panorama regional puede servir de marco de referencia, entonces la supuesta disponibilidad nuclear no es tal.

Veamos por ejemplo que la disponibilidad de “Angra 1” en Brasil no ha superado el 40% desde su puesta en marcha. Eso significa que en promedio la planta solo ha estado disponible 140 días al año, (1) menos que muchos parque eólicos. El mejor registro de operación de la región lo tiene la Central de “Embalse” en Argentina, que llega al 85% o sea una disponibilidad media de 310 días al año o lo que es lo mismo, no se cuenta con la planta por casi dos meses cada año.

Se utiliza además el argumento de que existen múltiples fuentes de combustible nuclear lo que permite independencia de un proveedor determinado. Eso es cierto, hasta que se adopta un tipo de central, ya que entonces la opción se limita a aquellos proveedores que a partir del mineral de uranio producen el combustible en la forma y concentración requerida por la planta.

Por último, el argumento estrella, es que las plantas nucleares no generan en su operación gases de efecto de invernadero, lo que también es cierto, si bien como resultado de esa misma operación se generan otro tipo de desechos, cuya disposición final es aún un problema sin resolver que solo se pospone, quedando como herencia de nuestro apetito energético para las futuras generaciones.

Cabe agregar que las dos centrales nucleares brasileñas conforman solo el 2% de la capacidad de generación eléctrica de Brasil y las dos argentinas apenas componen el 4% del parque de generación. La implantación en Uruguay de una sola central del tamaño de Embalse supondría el 23% y una como Angra el 37% de la capacidad de generación con la planta integrada. Eso convertiría al Uruguay en el país más nucleodependiente de América, más incluso que los Estados Unidos que dispone de 104 centrales.

Eso implica un riesgo operacional para el sistema eléctrico, que podría reducirse con las interconexiones regionales, pero que seguramente obligaría a integrar al sistema potencia de respaldo, aumentando los costos.

Llegando a los costos, quizá el punto mas importante a tener en cuenta lo ha presentado en forma inequívoca Wall Street, al sistemáticamente negarse los inversores a financiar nuevas plantas termonucleares por considerarlas riesgosas y con costos finales muy difíciles de definir (6). No fue suficiente que en febrero la administración Obama ofreciera garantías, por más de ocho billones de dólares para evitar la cancelación de las pocas solicitudes de permisos para nuevas plantas, la última retirada el mes pasado (7)

Conviene tener en cuenta que casi todos los estados en EEUU tiene ahora legislación que prohíbe trasladar a los clientes los costos de nuevas centrales -nucleares o de cualquier otro tipo- hasta que las mismas no están integradas al sistema y generando. Ello, a fin de evitar casos como el de la central nuclear de Shoreham en Long Island (NY), la que solo funcionó por dos días, antes de ser cerrada por problemas de seguridad, dejando a los clientes con una deuda de mas de 6 billones de dólares y el costo de tener que desarmarla y limpiar el sitio, tarea que veinte años después apenas ha comenzado.(8)

En algunos ámbitos de nuestro país, se escucha que el crecimiento de la demanda de electricidad llevara a que no sea posible satisfacerla, sin incorporar al menos una central termonuclear (9). Manteniendo las tendencias actuales, ciertamente necesitaremos nuevas fuentes, ahora que de allí a que “el país solo se salva con una central nuclear”(10) hay un paso demasiado grande. Muchas otras fuentes, especialmente la eficiencia en el uso, la reducción de pérdidas y la sustitución, por ejemplo con solar térmica para el calentamiento de agua y el acondicionamiento térmico, pueden hacer que mejoremos nuestra productividad y comodidad, sin agregar al sistema eléctrico mas que fuentes renovables en base a recursos autóctonos que son las únicas capaces de garantizar la soberanía e independencia energética, con respeto a nuestro ambiente.

Raúl E. Viñas


(1) www.worldnuclear.org
(2) Flamanville 3 (Francia) y Olkiluoto 3 (Finlandia)
(3) www.dnetn.gub.uy
(4) Decreto 593/2008 del 5/12/2008
(5) http://www.rosatom.ru
(6) http://www.nytimes.com/2010/10/11/business/energy-environment/
(7) http://www.foxbusiness.com/markets/2010/10/09/constellation-drops-nuclear-loan-guarantee-program/
(8) http://www.nytimes.com/2009/01/04/nyregion/long-island/04shorehamli.html
(9) http://www.acde.org.uy/novedades/novedadesnuclear.htm
(10) http://www.eltelegrafo.com/index.php?idbuscar=4099

17 de octubre de 2010

Aprovechando el SOL


Finalmente en estos días quedó operativo el sistema solar de precalentamiento de agua en mi domicilio.
Se trata de un sistema no presurizado con un tanque de almacenamiento de 200 litros y equipado con un control digital programable con presentación de la información de nivel de agua del tanque y temperatura.
El agua precalentada se regula para que no supere los 50ºC al ingreso de la casa como protección a los caños y llega a los calentadores eléctricos de baños y cocina. El de la cocina, además de la pileta provee de agua al lavavajilla.
Básicamente el sistema ya funciona, si bien todavía quedan algunos ajustes respecto a la presión del agua cuya solución seguramente necesitará de una bomba con encendido automático.
Imagen del control Progamable
MONTEVIDEO URUGUAY - MIÉRCOLES 13 DE OCTUBRE DE 2010 - Nº 35
Energizando el Presupuesto
La asignación de fondos presupuestales en temas energéticos despierta polémicas

La nueva Ley de Presupuesto cuadriplica la provisión de fondos para fortalecer la Dirección Nacional de Energía. Una partida especial se asigna al estudio de la energía nuclear, lo que ha generado reacciones, particularmente entre los proveedores de equipos eólicos y solares.

La presentación al Parlamento por parte del Poder Ejecutivo del proyecto de Ley de Presupuesto marca un punto alto en la política de un gobierno en la medida en que define las prioridades y asigna los recursos del Estado. La Ley de Presupuesto determina las variaciones al esquema de gastos del anterior período y también la redistribución de atribuciones y responsabilidades entre los organismos estatales.
En el área de energía la Ley de Presupuesto no incluye los entes energéticos del Estado –UTE y ANCAP– pero sí al organismo rector, la actual Dirección Nacional de Energía y Tecnología Nuclear (DNETN) del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM).
La exposición de motivos que acompaña al proyecto de ley hace referencia al desarrollo de la infraestructura y una “estrategia nacional de diversificación de las fuentes de la matriz energética que apunte a reducir la dependencia del país”. Agrega que “se enfatizará la inversión en energías limpias y las interconexiones energéticas dentro de la región”1.
Fortalecer la DNE
En la propuesta del Poder Ejecutivo el presupuesto de la DNETN se acrecienta para el quinquenio en 240.547.099 pesos, unos 12 millones de dólares. Con esta ley
se propone asimismo modificar la denominación de la DNETN, que vuelve a ser Dirección Nacional de Energía (DNE), la misma que tenía antes de 2005. Además, se asignan por ley los cometidos y roles de la DNETN, que hasta ahora habían sido objeto de decretos.
Consultado sobre el tema, el director nacional de Energía, Dr. Ramón Méndez, expresó que está “extremadamente conforme con el presupuesto solicitado por el Poder Ejecutivo, dado que se multiplica por cuatro lo asignado directamente a la DNE en relación con el presupuesto asignado en 2005”. Señaló, no obstante, que iniciativas como la de impulsar la electrificación rural con sistemas combinados eólicos y solares, así como la que buscaba garantizar el acceso adecuado a la energía por los sectores más carenciados, no fueron contempladas. “Habrá que salir a buscar dichos fondos por otro lado”, apuntó.
Un desglose del incremento presupuestal propuesto para la DNETN muestra que 82% del incremento corresponde a retribuciones personales (Art. 366), 16% a gastos de funcionamiento (Art. 364) y 2% a equipamiento informático y de mobiliario (Art. 363).
No se especifica en el presupuesto qué proyectos de la dirección serán financiados. Según Méndez, esto se debe a que la Ley de Presupuesto “no prevé que se determine, dentro de su texto, para qué utilizará los montos cada unidad ejecutora, ya que eso forma parte de otro paquete de documentos que determinan los objetivos y las líneas de trabajo de cada unidad ejecutora”.
En el caso de la DNETN los objetivos serían las “metas al 2015” a alcanzar mediante el seguimiento de las líneas de acción que se detallan en el sitio web del organismo2. De acuerdo con el director de Energía, nuestro país se propone que para esa fecha 50% de su matriz energética básica provenga de fuentes renovables; “ningún país en el mundo se plantea hoy esa meta a tan corto plazo”, destacó.
Siempre de acuerdo con Méndez, eliminar las limitaciones “asociadas con la introducción o el impulso en el país de todas las fuentes renovables que aporten soberanía energética, capacidades nacionales y que ayuden a bajar el costo energético país” será labor de “más de una decena de técnicos altamente capacitados”. ¿Con qué fondos contarán esos técnicos y profesionales para desarrollar las diferentes líneas de trabajo? Básicamente, con una porción de los aproximadamente 1,8 millones de dólares asignados en el Artículo 364 para gastos de funcionamiento del quinquenio, unos 360.000 dólares anuales.
Fuera del presupuesto, se estima que el Fondo Sectorial de Energía recibirá durante el quinquenio unos 10 millones de dólares para financiar proyectos de investigación en temas energéticos. En el período el Programa de Eficiencia Energética podría llegar a contar además con 25 millones de dólares que debe administrar la DNETN.
Nuclear: caso aparte
Al analizar el mensaje presupuestal se observa que algunas unidades ejecutoras del MIEM igualmente han incluido proyectos específicos en el presupuesto, que se detallan en el Artículo 365. Más adelante en el Presupuesto puede verse que la DNETN hizo lo propio en el Artículo 398. Éste solicita casi un millón de dólares para la primera fase del programa de estudio de la eventual implementación en Uruguay de un programa nucleoeléctrico. Ya en marzo pasado se publicaron en Suplemento Energía3 las declaraciones del director de Energía en el sentido de que se solicitarían fondos para ese programa.
Al ser consultado sobre la asignación específica de fondos a un estudio nuclear, cuando ningún otro programa ha recibido la misma consideración, Méndez respondió que esos fondos serán administrados por “la comisión multipartidaria creada por un decreto de 2008”4, la que tendrá a su cargo “la definición de los estudios a realizar y la
‘rendición política’ de los dineros gastados”.
Esa comisión está oficialmente presidida por la DNETN e integrada con un miembro del Ministerio de Salud Pública (MSP), uno del Ministerio de Vivienda (MVOTMA), tres del partido de gobierno y uno por cada uno de los restantes partidos con representación parlamentaria.
Esta asignación expresa para el estudio de la opción nuclear parece salirse del tono general de la política energética y de la exposición de motivos expresados en la propia ley cuyo objetivo principal es potenciar a la DNETN, en especial si se tiene en cuenta que no hay fondos específicos asignados para el estudio de otras fuentes.
El director de Energía argumentó que para el estudio y promoción de las fuentes renovables se cuenta con el presupuesto global de la dirección y que “los montos asignados a la comisión multipartidaria de estudio de la opción nuclear, comparados con los rubros que manejará la DNETN de acuerdo a su presupuesto, representan sólo el 3,2%”. Otra de las razones de esta asignación presupuestal, indicó Méndez, es que uno de los resultados de la encuesta realizada por encargo de la comisión
nuclear mostró que “62% de los uruguayos se declara poco informado y 61% quiere recibir información sobre el tema” y que es responsabilidad del Estado proveerla.
Sin embargo, vale la pena anotar que desde su creación esta comisión ya ha elaborado varios informes que nunca han sido difundidos y encargó una encuesta sobre la percepción pública de la energía nuclear –con fondos estatales– de la cual no se han comunicado su metodología ni sus resultados. Por otra parte, algunos de los miembros de la comisión son técnicos cuya posición a favor de que se integre a la matriz energética nacional al menos una central termonuclear está documentada.
Es conveniente que otras visiones se integren a esa comisión para garantizar la ecuanimidad e independencia de la información que se genere con los fondos estatales solicitados en el presupuesto.

11 de septiembre de 2010

Hacia un nuevo modelo de red eléctrica en Uruguay.
Publicado en el suplemento de energía de La Diaria el 7 de setiembre de 2010

La red eléctrica configura la máquina mas grande del país con mas de 75.000 kilómetros de extensión.(1)

Las redes eléctricas tienen básicamente dos niveles, el de la transmisión que lleva la electricidad desde las plantas generadoras a los centros de consumo y el de la distribución que hace llegar la electricidad a los diferentes usuarios dentro de un área.

En Uruguay la red llega al 97% de las viviendas (2). Hoy tenemos plena confianza de que al accionar un interruptor se prenderá la luz. Tal es así, que si eso no sucede nuestra primera reacción es ver si no se ha quemado la lámpara. También confiamos en que el suministro sea técnicamente estable y que el servicio no sufra frecuentes interrupciones.

No siempre fue así. Los mayores de 35 recordarán como hace unos años era común encontrar, incluso en Montevideo, equipos elevadores de voltaje conectados a heladeras y televisores, en los que el tamaño de la imagen se reducía con las caídas de voltaje.en especial durante las tardes invernales.

La mejora del sistema es resultado de la incorporación de nuevas plantas generadoras y ampliaciones de la red. La transmisión ahora integra todos los centros poblados importantes y está interconectada a nivel regional. En la distribución el aumento de la cobertura ha llevado el número de subestaciones transformadoras a mas de 42.000.(3)

Simultáneamente, se han realizado algunos esfuerzos para aumentar la eficiencia en el uso de la electricidad, como la adopción de luminarias “eficientes” y la incorporación de las “Tarifas Inteligentes” que incentivan el desplazamiento del consumo fuera de las horas de mayor demanda

Lo que no ha cambiado significativamente es que la relación entre la mayoría de los usuarios y la red es un medidor o “contador” analógico, basado en un diseño patentado en 1888, que mide el consumo. La información es tomada por un operario que la registra periódicamente y la lleva a la empresa, primariamente con el fin de facturar el consumo.
Red hoy

La red nos permite disponer de electricidad que fue generada solo una fracción de segundo antes, muy probablemente a cientos de kilómetros. Que llegue a nosotros en forma estable, es posible por el mantenimiento de un delicado equilibrio entre la generación y la demanda. Para cubrir esas variaciones una porción de la generación es mantenida en modo “stand by”.

Esa, entre otras razones, explica que las pérdidas del sistema eléctrico uruguayo – explicitadas en el balance energético -, sea superior al 18% (4). A modo de comparación, en los EEUU son 6%(5).
Nuevos desafíos

Hoy se plantea integrar a la red, en gran escala, electricidad de origen eólico y otras fuentes renovables autóctonas, las que pueden garantizar la independencia energética, al menos en electricidad. Simultáneamente los consumidores son ahora potenciales microgeneradores, utilizando tecnologías renovables.,

Algunos estudios han detectado limitaciones en la red que varían según la potencia del generador, el punto de conexión y las reglas de despacho que se apliquen.(6) La red eléctrica debe ser capaz de integrar y manejar los flujos hacia y desde los usuarios, provenientes tanto de las centrales de generación como de los microgeneradores, Hacerlo en forma eficiente es imprescindible para reducir las pérdidas del sistema y limitar el impacto ambiental de las actividades integradas en el, en especial la de generación.

El aumento interanual de la demanda, especialmente el incremento de los picos de consumo invernales y la reciente aparición de picos importantes en el verano, obligan planificar nueva capacidad de generación, cuya incorporación al sistema podría diferirse e incluso evitarse si la red se convierte en un instrumento flexible en el que los usuarios cuentan con información e incentivos para reducir su consumo, en especial en períodos de pico.
Nueva infraestructura

Para atender esas situaciones, la red necesita integrar nuevos sistemas y allí el caso uruguayo esta lejos de ser único, como se desprende de las recientes declaraciones del Presidente Obama de los EEUU sobre el tema: “…estamos utilizando tecnología de los siglos XIX y XX para enfrentar problemas del siglo XXI como el cambio climático y la seguridad energética…”(7)

Algunos países ya están incorporando tecnología de telecomunicaciones e informática en la red eléctrica, entre ellos el Reino Unido, Italia, Canadá, China, Malta, Australia y algunos estados de EEUU. A la red resultante se la denomina “red inteligente” o “Smart grid” en inglés. Esa red integra sistemas de comunicación y control en tiempo real, lo que posibilita un funcionamiento más productivo y eficiente.

Pieza fundamental, pero no única en ese esquema, son nuevos medidores o “contadores” capaces, de presentar parámetros de consumo y calidad del servicio en tiempo real, tanto al usuario como a la empresa proveedora del servicio eléctrico. Hoy si se produce un corte en el servicio de un cliente, la empresa solo se entera cuando el usuario denuncia la situación.
Hacia la red inteligente

Con la incorporación de equipamiento, la red eléctrica deja de ser un canal unidireccional desde las plantas generadoras y se convierte en una estructura física y lógica que permite la interacción entre generadores y consumidores - mas parecida a, internet-. Facilita así el pronóstico de la demanda y con ello, la previsión de su cobertura.

Desde el punto de vista de la propia red y su administración, la aplicación de la tecnología la hace mas eficiente y confiable, al permitir anticipar, detectar y responder a posibles problemas y potencialmente disminuir las pérdidas del sistema

A nivel general, los sistemas de control en la red hacen posible incrementar la penetración de fuentes renovables autóctonas - con mayor participación en sus costos del trabajo e insumos nacionales- y atienden a la posibilidad de nuevos requerimientos como podría ser la incorporación de vehículos eléctricos.

En el nuevo esquema los clientes pueden conocer instantáneamente su consumo. Ese conocimiento les permite ser mas eficientes e incluso obtener ventajas económicas si se establecen incentivos que impulsen a diferir o reducir el uso de electricidad fuera de los períodos de pico de cada estación., ello reduce el costo de operación de la red al hacer el consumo mas estable.

Así todo, el cambio hacia una red eléctrica inteligente debiera hacerse en forma gradual, con participación de todos los sectores involucrados. Un camino posible es el desarrollo de un programa piloto en alguna ciudad o zona del país, para que se pueda evaluar el sistema y determinar la mejor forma de incorporar a los usuarios y a la propia red al nuevo paradigma eléctrico.

Raúl E. Viñas

(1) www.ute.com.uy
(2) www.uruguayxxi.gub.uy
(3) http://www.ute.com.uy/info_institucional/gestion/cifras.htm
(4) www.dnetn.gub.uy
(5) www.eia.doe.gov
(6) www.energiaeolica.gub.uy/uploads/documentos/informes/871_1.pdf
(7) www.whitehouse.gov

16 de agosto de 2010

Presupuestando con energía.

LA DIARIA LUNES 02 DE AGOSTO DE 2010

En el esquema uruguayo, la ley de presupuesto es el principal instrumento de políticas públicas, la más importante herramienta de programación económica y social de un gobierno.
Durante el último período de gobierno la ley de presupuesto asignó recursos que potenciaron la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (URSEA). Pese a ello, la mayoría de las iniciativas energéticas del gobierno central sólo fueron posibles con fondos de asistencia internacional, por intermedio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) o del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF, por su sigla en inglés). Así se implementaron, dentro de la Dirección Nacional de Energía y Tecnología Nuclear (DNETN), el programa de energía eólica y el programa de eficiencia energética, entre otros.

Los fondos internacionales permitieron, entre otras cosas, contar con personal y medios cuya disponibilidad caducará a fines de 2010. Como sucede normalmente en los programas estatales, es de esperar que se hagan esfuerzos para institucionalizar esos programas, fortaleciendo así la estructura de la DNETN, en concordancia con lo esbozado en los Lineamientos de Política Energética 2005-20303.

El papel del Estado

Dado el importante peso del Estado en la economía, su papel no puede limitarse a la planificación, sino que debe participar en la implementación de nuevas tecnologías, en especial las energéticas. Los estudios de la comisión multipartidaria sobre energía asignan al Estado un rol ejemplar en la aplicación de nuevas políticas, el impulso de cambios cultur ales y de patrones de consumo sustentables.
Para que el Estado pueda cumplir estas funciones el presupuesto debe proporcionarle, además del reforzamiento de sus estructuras administrativas y técnicas, fondos para la implementación práctica de algunas medidas ya estudiadas y aconsejadas para las diferentes esferas de actuación estatal.
Introducir cambios en la estructura y manejo del Estado es difícil. Incluir nuevas opciones presupuestales para el quinquenio es algo que generalmente escapa a la costumbre y visión de la administración, que tiende a repetir gastos e inversiones anteriores. Por ejemplo, la renovación de flotas automotrices seguramente integra el presupuesto de casi todos.

Presupuestando con energía

La inclusión del sector en el presupuesto nacional los incisos y unidades estatales, en algunos casos incluso más de una vez en el período.
Podría pensarse que el presupuesto del gobierno central, cuya discusión está dominada por temas salariales, no tiene lugar para iniciativas energéticas.
Sin embargo, muchas oportunidades de inversión pueden ser aprovechadas y quedar plasmadas en la planificación económico-financiera estatal, actuando como catalizador que facilite la intervención privada e impulsando el desarrollo con efecto multiplicador en la generación de trabajo y riqueza.

Propuestas

De los trabajos, estudios y proyecciones realizados durante el anterior período de gobierno y aun antes ha surgido una serie de recomendaciones e iniciativas cuya implementación sería muy conveniente, para racionalizar el consumo, aumentar la eficiencia en el uso de los recursos y potenciar el desarrollo de fuentes energéticas autóctonas.

También se han incorporado nuevas normas legales sobre temas energéticos y ambientales, como la ley 18.585, llamada coloquialmente “ley solar”, que obliga incluso al Estado, por ejemplo, a implementar un programa solar, para cuyo cumplimiento es imprescindible contar con fondos presupuestales asignados.

La más evidente sería la inclusión de medidas de eficiencia energética e incluso instalaciones solares térmicas en todas las obras estatales: escuelas, liceos, policlínicas y especialmente las viviendas sociales, cuyos destinatarios se beneficiarían de mejor calidad de vida mediante el acceso a energía que está disponible sin costo, pero fuera de alcance sin el equipamiento adecuado.

Estos equipos pueden ser producidos total o parcialmente por la industria nacional. Algo similar podría aplicarse en la construcción y adaptación de instalaciones a partir de la decretada “emergencia carcelaria”. A pesar de la urgencia, debería considerarse el costo de operar a futuro y la conveniencia de prever la instalación de sistemas solares para el acondicionamiento térmico del agua.

El presupuesto debería, además, asignar fondos al cumplimiento de las recomendaciones del programa de eficiencia energética, muchas de las cuales han sido recogidas por el Poder Ejecutivo.

Un ejemplo de ello es la sustitución de luminarias incandescentes por otras más eficientes, las ya clásicas lámparas “eficientes” de tecnología fluorescente o, mejor todavía, la más moderna iluminación LED, que no contiene mercurio. Por su importancia estratégica preponderante, el presupuesto debiera considerar además la adecuación de las redes de transmisión y distribución de energía eléctrica para la incorporación masiva de recursos renovables, incluso la microgeneración domiciliaria autorizada por decreto del Poder Ejecutivo5. Se debería pasar del sistema centralizado a uno distribuido, que haga uso eficiente de los recursos renovables y mantenga adecuadamente la calidad del suministro, lo que en inglés se conoce como “smart grid” (red inteligente).

Más allá de los gastos e inversiones directas, el presupuesto debería prever incentivos para la incorporación de medidas de eficiencia y sustitución energética hacia fuentes renovables autóctonas. En este sentido, podría deducirse del pago del IRAE de las empresas constructoras el monto invertido en la incorporación de equipamiento solar térmico en las construcciones, cuando su colocación no está mandatada por la ley solar, con un incentivo especial para los de producción nacional6.

Finalmente, en el transporte, sector de mayor consumo energético y responsable de más del 60% del consumo nacional de petróleo, se podría incluir normativas sobre el consumo de los vehículos estatales, su tamaño y prestaciones. Además, la ncorporación del concepto de costo total sobre la vida útil del vehículo, en lugar de la mera consideración del costo de adquisición, permitirá una racionalización del consumo energético, complementando la reducción del consumo de petróleo lograda por la incorporación de biocombustibles.

El momento de definir qué tanto avanzará el país en este rubro en los próximos cinco años es ahora.

Raúl E Viñas

Notas:
1. Entrevista con el contador Danilo Astori en http://www.espectador.c om/1v4 _contenido.
2. Ley 17.930.
3. www.dnetn.gub.uy.
4. Ley 18.585, Art. 11.
5. Decreto 173/10.

4 de julio de 2010

El sol sale para todos. Potencial solar en Uruguay.

Publicado en el suplemento de Energía de La Diaria el 30 de junio de 2010.
Disponible online: http://media.ladiaria.com/editions/20100629/la_diaria-20100629-energia_6.pdf
TEXTO:
El Sol sale para todos.
El recurso solar en Uruguay es más abundante que en Europa.

La primera presentación del mapa solar del Uruguay en abril(1), evidenció que se dispone en

nuestro país de un abundante recurso, con valores medios anuales superiores a los de casi

toda Europa, similares a los de España - donde la energía solar es ampliamente explotada

(2)). Medido en KWh por día, el promedio anual montevideano es 4.1y el de Barcelona 4.0 .

Para la medición del recurso, la Dirección Nacional de Meteorología contaba, en la década de

los ’80, con una red solarimétrica (ver mapa), instalada con el apoyo de las NNUU. Sus

primeras mediciones son coincidentes con los resultados presentados en el mapa solar.(3)

Desde hace dos décadas, la falta de recursos para el mantenimiento del equipamiento llevó a

la desactivación de esta red.

Cada metro cuadrado del territorio uruguayo recibe, en promedio, mas de 4KWh por día - 2 en

junio y 6 en enero (1). Es así que, en un mes, cada metro cuadrado recibe 120KWh. Si

consideramos que el consumo eléctrico de un hogar uruguayo promedio no supera los 350KWh

mensuales, la energía recibida en 3 m2 de azotea sería suficiente para satisfacer su consumo

eléctrico mensual. Limitaciones físicas en la eficiencia de los equipos, sin embargo, llevan

a que se requiera una superficie mayor.

Tecnología Solar

El aprovechamiento del sol, desde el punto de vista energético, puede realizarse

pasivamente, mediante el uso inteligente para mejorar la iluminación y acondicionamiento

térmico del hogar, y activamente, transformando la radiación solar en electricidad u otras

formas de energía.

El uso activo pasa por el aprovechamiento directo de la radiación solar para el

calentamiento de un fluido - comúnmente agua- y la producción de electricidad a partir de

las propiedades fotoeléctricas de algunos materiales. Hoy ha cobrado fuerza una tercera

opción: utilizar la energía solar térmica para producir vapor y, con éste, mover una turbina

para generar electricidad, conformando una central termoeléctrica que tiene al sol como

combustible.

En nuestro país, la utilización activa del recurso solar ha sido muy limitada y no se toma

en cuenta en los balances energéticos nacionales anuales.(4) Una revisión más profunda nos

lleva a reconocer que, sin ser significativa a nivel nacional, la utilización del recurso

solar constituye la única forma de electricidad para puntos de consumo alejados de la red de

distribución, como escuelas y establecimientos rurales aislados. Sus aplicaciones se limitan

a las telecomunicaciones e iluminación básica y son fruto, casi todas, de compras estatales

a empresas extranjeras, sin intervención productiva nacional (5).

La generación de agua caliente mediante paneles solares ha aumentado, con una incipiente

producción nacional de equipos y accesorios, la incorporación de la tecnología de tubos de

vacío importados y el flamante impulso de la “ley solar” (6). Todo esto contribuyó además a

la conformación de un grupo de profesionales y técnicos especializados en la instalación y

dimensionamiento de los sistemas.

A futuro, los planes de desarrollo energético trazados hacia 2030 incluyen la incorporación

antes de 2015, de al menos dos plantas fotovoltáicas del orden de 300KW de potencia y el

impulso a las microinstalaciones solares, más allá las previstas en la “ley solar”. Todas

estas incorporaciones deberán contar según el plan con participación local e impulsar la

creación de cadenas productivas asociadas.(7)

Solar térmica en el sistema eléctrico

Así vista, la tecnología solar térmica no parece guardar relación con el sistema eléctrico.

A nivel oficial no existe un programa específico para las actividades solares que incluya la

generación de electricidad, y las acciones en ese campo forman parte del programa de

eficiencia energética ya que se consideran como principalmente tendientes al uso eficiente

de la energía.

Un análisis del “Estudio de Usos y Consumos de Energía en Uruguay” de 2006 evidencia la

importancia del consumo energético para el calentamiento de agua. Esto se ve especialmente

en los sectores “residencial” y “comercial y servicios”, donde el 80% de la energía

utilizada para calentar agua es eléctrica. El 20% restante se distribuye casi igualmente

entre el uso de leña y el de gas: natural y “supergas” - licuado de petróleo.

Extrapolando los resultados de ese estudio al período 2000-2008, el calentamiento de agua

justifica el 37% del consumo eléctrico residencial y el 4% del consumo del sector comercial.

En los otros sectores de la economía la incidencia no aparece discriminada y seguramente es

muy menor. Dado el peso relativo de los sectores residencial y comercial en el consumo

eléctrico total, el calentamiento de agua termina insumiendo casi el 20% de la

disponibilidad del sistema eléctrico.

El uso de equipos solares térmicos de las dimensiones adecuadas permite sustituir, en

promedio, el 70 a 75% del consumo anual de electricidad para el calentamiento de agua en

estos sectores tal como ha sido demostrado en experiencias realizadas.(1)

Integración solar

El acceso solar no esta garantizado en nuestros códigos de construcción. Utilizar esta

energía implica un costo de instalación que no cuenta, en Uruguay, con incentivos ni

subvenciones de ninguna clase. La recuperación de esta inversión insume un lapso mínimo de

24 meses, superando muchas veces la planificación de presupuestos y períodos de gestión de

los administradores y directores. Si bien hay quienes tienen obligación por ley de

incorporar esta energía, y habrá un interés mayor por parte los grandes consumidores de

electricidad para el calentamiento de agua, incluso edificios,(8) este no será el caso de

muchos usuarios particulares.

No todos harán uso del recurso solar. Sin embargo, incluso si suponemos que solo la mitad

del potencial de reducción del consumo eléctrico pueda ser efectivamente aplicado,

estaríamos en el orden de los 500.000 MWh anuales de reducción del consumo en Uruguay, lo

que equivale a no tener que agregar al sistema eléctrico una unidad de generación térmica

con capacidad de planta del 80% y potencia de 70MW, con el consiguiente ahorro de

combustible e impacto ambiental que implican su funcionamiento

En un tiempo en que se han presentado iniciativas privadas para incorporar a nuestra matriz

energética combustibles importados como el carbón, cuando se estudia la posibilidad de que

en algún momento se pueda producir energía con centrales termonucleares y se planifica la

incorporación del gas desde Bolivia o mediante una planta regasificadora, el potencial de

sustitución solar debiera ser promovido y su implantación incentivada.

En tal sentido, quizá el estado debería dar el ejemplo, incorporando sistemas solares

térmicos en su infraestructura, especialmente en los edificios nuevos. También podría hacer

obligatorio su uso en las viviendas destinadas a la población mas carenciada. De este modo,

mejoraría la calidad de vida y haría menos costoso el mantenimiento de esos hogares,

permitiendo el acceso a una fuente energética abundante, renovable, limpia y gratuita.

Simultáneamente, la aplicación de incentivos es otra forma de impulsar la implantación de

esta tecnología. En tal sentido es interesante ver el ejemplo chileno (9) donde un plan de

incentivos entrará en vigencia a partir de agosto, al reglamentarse la ley 20365. Se estima

que ese sistema servirá para impulsar el desarrollo de las instalaciones solares térmicas en

el ámbito privado. El sistema chileno asigna reducciones impositivas a las empresas

constructoras que incorporen esa tecnología en sus nuevas obras.

La tecnología solar térmica potencialmente puede reducir nuestro consumo eléctrico,

diversificar la matriz energética, hacer innecesarias algunas nuevas inversiones en

generación y elevar la calidad de vida de nuestra población. Se trata de una tecnología

madura, muchos de cuyos componentes pueden ser producidos en nuestro país que cuenta entre

otras cosas con fábricas de termotanques que compiten exitosamente en el mercado regional.

Hacer el uso adecuado de ella depende de nosotros.

Raúl E. Viñas




1. www.dnetn.gub.uy
2. http://www.solarpaces.org/News/Projects/Spain.htm
3. Informe consultor en radiación solar , Diciembre 1986 Proyecto URU/82/021
4- Balance energético nacional 2008 en www.dnetn.gub.uy
5. www.dnetn.gub.uy Documentos de interés, Encuesta solar
6. Ley Nº18585
7. www.dnetn.gub.uy “Política energética 2005 - 2030
8. www.parkview.com.uy
9. www.minenergia.cl

27 de junio de 2010

Generación con Carbón en radio El Espectador CX14

El 17 de junio el la segunda mañana del programa En Perspectiva tratamos el tema de la generación de electricidad con carbón con la conducción de Gonzalo Sobral.

Pueden escuchar el audio en:
http://www.espectador.com/1v4_contenido.php?id=184932&sts=1
También está disponible en video en:
http://www.espectador.com/1v4_contenido.php?id=184946&sts=1

3 de junio de 2010

Pasamos al Gas

En un lindo golpe de timón ahora se habría decidido la instalación de una planta para regasificar gas natural.

31 de mayo de 2010

Un invitado de piedra, el carbón.

Se dice que es "invitado de piedra" aquel al que se participa solo porque no hay mas remedio y que en el fondo deseamos tenga algún percance y no pueda concurrir.

Varias propuestas comerciales apuntan a implantar en Uruguay la generación eléctrica con carbón.

El nombre genérico carbón incluye varios tipos de combustible que difieren en su calidad, potencial energético, cenizas y sustancias como el azufre, mercurio, arsénico, cadmio y plomo.(8)

El carbón fue el primer combustible fósil, utilizado desde comienzos de la revolución industrial. Aún hoy, su uso justifica un cuarto de la energía mundial. El 75% del consumo mundial (1) se concentra en la generación de energía eléctrica en Estados Unidos, China, India, Rusia y Japón - países con grandes reservas de carbón en sus territorios. El comercio internacional de ese mineral es inferior al 10% de su producción mundial.

Uso regional y perspectivas

El carbón es solo el 2% de la capacidad de generación eléctrica en Brasil y 3% en Argentina. Paraguay no lo utiliza. Por su parte Chile, si bien hasta 1997 generaba un tercio de su electricidad con carbón, redujo ese guarismo al 15% para 2006, con la importación de gas argentino. Posteriores problemas de abastecimiento de gas llevaron a un renacimiento de las iniciativas carboneras chilenas: mayor importación y explotación de nuevos yacimientos, como el las empresas Copec y Ultramar(2) en la Isla Riesgo, en Punta Arenas.

Planes futuros - La planificación brasileña a 2019 solo incluye una nueva planta a carbón, en Rio Grande do Sul. El gobierno prevé que, para entonces, casi se duplicará la capacidad de generación total, disminuyendo la importancia relativa del carbón.(3) La Secretaría de Energía Argentina no publica planes a largo plazo, pero solo uno de sus emprendimientos próximos (Rio Turbio, en Santa Cruz) generará 240MW con carbón.(4) El uso de carbón crecerá en Chile, pero lejos de los niveles previos a 1997.(2)

Carbón en Uruguay

Hacia mediados del siglo XIX nuestro país comenzó a importar carbón mineral para movilizar ferrocarriles, producir gas de alumbrado y, a partir de 1880, también para generar energía eléctrica para los tranvías y el servicio público de electricidad.

Desde 1920, el carbón fue sustituyéndose por combustibles derivados del petróleo. Hacia 1965 su presencia en el balance energético era inferior al 2%, desapareciendo casi totalmente para 1977.(5)

En los ’80, el crecimiento de la demanda eléctrica fue cubierto por la incorporación de la represa de Constitución (Palmar) y la paulatina disponibilidad de energía en Salto Grande.

La sequía y restricciones energéticas de 1989, que llevaron a la incorporación de la central de La Tablada en 1991, dieron lugar a que se discutiera en la entonces Dirección Nacional de Energía la posibilidad de instalar una central a carbón en Montevideo o Nueva Palmira. La idea fue descartada por la previsión de disponibilidad de gas, motivos ambientales y logísticos.

¿Planificación?

En 2006 aparecen en ámbito oficial dos análisis de situación sobre la posibilidad de generar electricidad con carbón.(6) Sin embargo, la planificación 2005-2030 solo lo incluye como un tema que debe ser estudiado en profundidad, a largo plazo, y que necesita de importantes consensos nacionales por sus consecuencias ambientales y la dependencia de combustibles importados que conlleva.

En las elecciones nacionales de 2009 la energía, en especial las iniciativas para el sector eléctrico, ocuparon secciones enteras en los programas de todos los partidos políticos. Esas publicaciones abundan en propuestas para la generación de electricidad con gas natural, gas de petróleo (GLP), biomasa, energía eólica, energía solar y eficiencia energética. El carbón no es mencionado en ninguno de los programas.

Ya en 2010, el tema de generar electricidad con carbón solo es mencionado como una “eventual incorporación” para “mediano y largo plazo” en los documentos finales de la multipartidaria que sobre el tema de energía convocara el Sr. Mujica en su carácter de Presidente Electo.

Esa comisión enfatizó la necesidad de integrar al sistema eléctrico, para 2015, los 300MW eólicos y 200Mw de biomasa previstos en la planificación 2005-2030, como mínimo. Agregó que se debía establecer “a la brevedad el cronograma de incorporación de potencia para el corto, el mediano y el largo plazo, comenzando por la incorporación de no menos de 200 MW de potencia firme”.

A pesar de su ausencia en el sistema político, los planes de gobierno y la planificación energética oficial, el tema del carbón ha aparecido reiteradamente en la prensa, relacionado a la explotación de hierro de la empresa Aratirí, al proyecto de celulosa de Copec y a la nueva conexión con Brasil en la línea Candiota-San Carlos.

Las tres propuestas referidas, fueron reseñadas por el Sr. Presidente Mujica en su alocución radial del pasado 18 de mayo, aclarando que no había sido tomada ninguna decisión al respecto, y que todos tenemos derecho a informarnos, opinar y hacer propuestas. (7)

Propuesta.

Es fácil ver que los proyectos presentados se beneficiarían de agregar a su actividad la generación de electricidad con carbón, ya que las empresas proponentes son dueñas de yacimientos y tendrán potencialmente capacidad ociosa en los fletes después de exportar ya sea el hierro como la celulosa. En el caso de las que generaran en Brasil, hoy solo tienen asegurado en el sistema brasileño el despacho de menos del 40% de su capacidad de generación.(3)

No queda tan claro el beneficio que obtiene el Uruguay, en especial si quedara contractualmente obligado a comprar la electricidad generada, independiente de la situación del consumo y del parque de generación. Paradójicamente, con una planta de 200MW, la porción de carbón en el sistema uruguayo (8%) sería superior a la de muchos países que cuentan con yacimientos propios, por ejemplo, Argentina y Brasil.

La implantación de este tipo de generación implica que se deben definir las normas ambientales aplicables, las medidas que se deberán tomar para evitar la liberación al ambiente de los subproductos de la combustión del carbón, principalmente ceniza, óxidos nitrosos, azufre y mercurio. Contar con procedimientos para el tratamiento y disposición de los residuos sólidos (cenizas) y si la planta deberá contar con tecnología de captura de CO2.

No se dispone de detalles sobre la tecnología, ni el tipo específico de planta que estas empresas proponen. Sin embargo, suponiendo 32% de eficiencia, que importen hulla bituminosa con al menos 75% de carbono y que la planta esté en condiciones de operar un 80% del tiempo, entonces, su consumo será de 900.000 toneladas anuales de carbón.(9)

El proceso generaría anualmente 2.700.000 toneladas de CO2, multiplicando efectivamente por 10 las emisiones del sector eléctrico uruguayo (10) y dejará en forma cenizas unas 250.000 toneladas que deberán ser almacenados en forma segura o utilizados de acuerdo con su composición.

Sobre este tema ha aparecido repetidamente la frase de que no se puede ser mas realista que el rey y que si, por ejemplo, Alemania usa carbón para generar electricidad, también podemos hacerlo aquí. Quizá la pregunta debiera ser si no tenemos en nuestro país otras opciones para generar electricidad con mejores resultados ambientales y económicos para el Uruguay.

La generación de electricidad no puede ser un fin en si mismo sino una forma de impulsar el desarrollo nacional.

Raúl E. Viñas

Referencias.
(1) http://rankingamerica.wordpress.com/category/energy/
(2) www.cne.cl (Política energética)
(3) www.mme.gov.br (PDE2019_03Maio2010.pdf)
(4) http://energia3.mecon.gov.ar
(5) Balance energético Nacional 1965-1995 (DNE)
(6) Carbón Mineral para la generación eléctrica (DNETN Junio 2006)
(7) www.mpp.org.uy
(8) http://www.ucsusa.org/clean_energy/coalvswind/c02c.html
(9) http://www.cleanenergyasia.net/upload/resources/file/file_255.pdf
(10) www.mvotma.gub.uy/dinama/index.php

Energía y política departamental.

La energía en las departamentales

Las políticas departamentales influyen en las opciones energéticas de la población,

Las elecciones municipales del próximo domingo 9 de mayo marcan el cierre del largo periplo electoral uruguayo 2009-2010. La energía, reconocida como un tema estratégico por el nuevo gobierno - que motivó la formación de una comisión interpartidaria para su estudio - ha sido un gran ausente en las campañas municipales, tal como puede verificarse mediante la revisión de los programas presentados por los candidatos.

La política energética se define a nivel nacional en el Ministerio de Industria Energía y Minería (MIEM). A nivel municipal, las campañas se centran, tradicionalmente, en asuntos como los residuos, la infraestructura vial, el saneamiento, la gestión municipal, y cuestiones locales específicas. Quizá haya quienes, en este contexto, se pregunten si tiene cabida el tema energético en las elecciones municipales.

Los gobiernos departamentales son, en el cumplimiento de sus cometidos, grandes consumidores de energía. Ese consumo incide en sus presupuestos y, por ende, afecta su capacidad de realizaciones e influye en su política impositiva.

No es fácil discriminar el costo energético de las comunas, la utilización de medios de transporte y maquinaria, el alumbrado público y el uso de las instalaciones implican consumo de energía, cuyo costo se traspasa a los contribuyentes.

A su vez, los gobiernos departamentales tienen la capacidad de reglamentar códigos para la construcción, tanto de viviendas como de otras infraestructuras. Pueden también influir en los costos relativos de los diferentes medios de transporte y modificar las condiciones de mercado para promocionar o limitar determinadas actividades económicas. Es por esto que las comunas tienen una importancia decisiva en la promoción e incorporación de nuevas y mas eficientes prácticas y tecnologías energéticas.

Algunas intendencias de nuestro país han realizado estudios y experiencias de generación de energía eléctrica autónoma. Cabe preguntarse si podría trabajarse la producción de insumos energéticos desde los gobiernos departamentales, aprovechando recursos a su disposición o negociandolos con empresas generadoras de energía y/o de reciclaje.

Por ser las intendencias y gobiernos locales consumidores, reguladores y potenciales generadores de energía, podríamos reconocer que ésta debería formar parte de sus políticas, aunque no forme parte de sus organigramas ni este presente específicamente en las campañas y programas de los candidatos.

Propuestas

¿Qué tipo de iniciativas podrían presentar los programas?

Una primera medida sería el compromiso de disminuir la intensidad energética de los procesos, considerando criterios de eficiencia,

Iluminación pública

Muy relacionado con la seguridad, sobre la que si se habla en esta campaña, está el tema de la iluminación y señalización. De acuerdo con reportes de prensa, el Poder Ejecutivo está estudiando una resolución para limitar e incluso prohibir las lámparas incandescentes y sustituirlas por lámparas eficientes. La tecnología mas visible hoy para esa sustitución es la de los sistemas fluorescentes, cuya principal contra es la necesidad de disponer de manera adecuada del mercurio que contienen. Una alternativa serían los sistemas en base a “leds”(Diodos Emisores de Luz) que son mas eficientes, superan en duración a los fluorescentes y no están asociados a problemas ambientales.

Considerar municipalmente estos nuevos tipos de luminarias, que no requieren cambios en la infraestructura para su instalación, permitiría contar con mejor y mas confiable iluminación, reduciendo el consumo de electricidad. Los sistemas LED ya se utilizan en algunos departamentos para la señalización urbana en semáforos sustituyendo las lámparas incandescentes de 60watts por paneles de diodos de 12 o 15 watts. De este modo, se reduce el consumo y aumenta la seguridad, dado que el panel sigue funcionando y señalizando adecuadamente, incluso si se “quema” uno o mas diodos.

Transporte

Reducir el consumo de combustible de la flota de vehículos de las intendencias, racionalizando su uso y considerando, al momento de renovar las flotas municipales, no solo el valor de adquisición sino además el costo final de uso de los diferentes medios de transporte. La incorporación de vehículos híbridos y eléctricos con menor impacto ambiental y mejor uso de recursos autóctonos, también podría integrar la propuesta de los candidatos.

Reglamento y regulación municipal

Podría incluirse en los programas la revisión de los códigos y reglamentos de construcción, especialmente las normas referentes al aislamiento térmico y la incorporación de medidas solares pasivas. Por ejemplo los aleros y dobles ventanas, que mejoran la habitabilidad, disminuyendo la necesidad de acondicionamiento de aire y maximizando la iluminación natural, resultando en una vivienda mas cómoda y con menores costos de mantenimiento. Estas regulaciones deberían ser, a su vez, aplicables y aplicadas a las viviendas en cuya construcción participan fondos públicos.

La incorporación de sistemas solares térmicos en todas las instalaciones municipales y el impulso a su instalación por particulares podría coordinarse con las autoridades nacionales, para reducir el consumo de electricidad.

En lo impositivo, podría llevarse el tema de la “guerra de las patentes” de vehículos particulares al tratamiento diferencial de los vehículos eléctricos e híbridos. El actual sistema de tributación en base a aforos limita la incorporación al parque automotriz de estos vehículos, que deben pagar más impuestos debido a su mayor costo de adquisición.

En el transporte público, la incorporación de vehículos eléctricos e híbridos contribuiría a reducir el uso del petróleo y sus derivados, mejorar la calidad del aire en las zonas urbanas y reducir el nivel de ruido en las grandes vías de transito..

Propuestas “residuales”

Algunos gobiernos departamentales ya producen o apoyan la producción local de insumos energéticos, en particular biodiesel.

Todas las comunas reciben diariamente grandes cantidades de materiales potencialmente energéticos, en forma de residuos, que son parcialmente quemados o se utilizan para rellenos sanitarios. Hoy día, otros materiales en forma de efluentes sanitarios, son vertidos con poco o ningún tratamiento a los cursos de ríos y arroyos. La esperanza está puesta en que su dilución y degradación natural sea suficiente, para no afectar el ambiente acuático y la calidad de esos cursos de agua, que muchas veces sirven de fuente de agua potable de las poblaciones río abajo.

El impulso a la clasificación y reciclaje de residuos aparece en todos los programas de los aspirantes a las intendencias. El principal aspecto tratado es el de la recuperación de metales y otros materiales, en un enfoque muy relacionado con la problemática de la clasificación y recolección informal. En menor medida, algunos agregan el tratamiento especial de residuos como las pilas. Para el resto de los residuos, solo incluyen vagas ideas para su disposición final, mayormente en forma de relleno sanitario mas o menos aislado del ambiente.

Aunque positivas en su conjunto, esas medidas podrían complementarse con propuestas para el aprovechamiento de los residuos en la producción de combustibles como el biogas, pasible de ser usado directamente o para la generación de electricidad. De este modo, se evita además la liberación atmosférica de gases como el metano, cuyo efecto de invernadero es potencialmente superior al del dióxido de carbono (CO2).

Para los efluentes sanitarios abundan propuestas de ampliar redes de saneamiento y de llevar el servicio a toda la población, medida altamente deseable. Sin embargo, salvo en contadas excepciones, las propuestas tienen una concepción perimida, propia de la primera mitad del siglo XX, que considera suficiente alejar los efluentes de los sitios de origen. Hoy el volumen y la concentración de sustancias, incluso medicamentos, en las aguas servidas, hace muy peligroso cualquier enfoque que no considere el reciclado del recurso agua y el potencial energético de los sólidos para producir combustibles y fertilizantes.

Propuesta final

Estamos a menos de 10 días de la elección y tradicionalmente en esta etapa intervienen mas los jefes de campaña y los publicistas, que los técnicos y asesores que llevarán a cabo el grueso de la gestión del gobierno por los próximos cinco años.

Mas allá de algunos roces ha sido esta hasta ahora una campaña casi de guante blanco en la que faltaron en la discusión pública las propuestas y mas aún la contraposición de los caminos para alcanzar los objetivos.

Igualmente muchas cosas importantes se han realizado en siete días o menos, por lo que aún estamos aún a tiempo de conocer mas en profundidad la opinión y los planes de los candidatos, no solo en el tema de la energía, sino en otros que hacen al bienestar y el desarrollo.

9 de abril de 2010

Energía en el transporte.

Artículo publicado en La Diaria, suplemento energía el 31 de marzo de 2010.
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URUGUAY EN MOVIMIENTO
Tecnología y políticas en el sector transporte

La mitad del consumo de petróleo de nuestro país tiene por destino el sector del transporte, en el que las naftas y el gas oilconforman casi el cien por ciento de la matriz energética, y que es directamente responsable de la mitad de la emisión nacional de CO2.
El transporte uruguayo está casi exclusivamente impulsado por motores tipo Otto y Diesel,
diseñados a fines del siglo XIX. De estar vivos, sus inventores podrían todavía reconocerlos a primera vista, dado que sus principios de funcionamiento y piezas principales no han tenido mayores cambios.
Lamentablemente, su eficiencia tampoco ha experimentado un desarrollo considerable. Muchos
de los vehículos familiares que hay en plaza tienen un rendimiento igual o inferior al de un Ford T de 1925, si bien –justo es reconocerlo– ofrecen un mayor grado de confort y seguridad a sus ocupantes.
Hoy un típico vehículo con motor de combustión interna (CI) pierde más del 80% de la energía del combustible en forma de calor, pérdidas de motor y de transmisión.
Sólo 15% de la energía está disponible para el movimiento del vehículo, y parte de ésta se pierde cuando el vehículo está detenido o durante las frenadas(1).
Uruguay sigue las tendencias mundiales en el aumento de la cantidad de vehículos por habitante y el predominio del transporte carretero, relegando el transporte acuático y ferroviario a un rol muy secundario. Reducir 30% del consumo de petróleo en el sector transporte resultaría en una disminución mayor a la de eliminarlo totalmente para la generación de electricidad. En principio, la ya prevista incorporación de los biocombustibles permitirá una reducción de 5% para 2014(2).

La mano del Estado

El papel del Estado en el sector transporte evidencia la falta de metas y políticas a mediano y largo plazo. Salvo por la reciente introducción de biocombustibles, la intervención estatal se ha caracterizado por la aplicación de medidas impositivas. Éstas, por su impacto económico, han moldeado la estructura del parque automotor. El sector de transporte tiene una alta carga impositiva, tanto en los vehículos como en el combustible. Las variaciones impositivas afectan los costos y con ello las preferencias de compra.La aplicación de las normas del Mercosur ha limitado la importación de vehículos extra-zona. Por su parte, el decreto 321/2006 –que aumenta la carga impositiva a los vehículos diesel– redujo significativamente su popularidad en el mercado cero kilómetro. Las perspectivas energética y ambiental fueron dejadas de lado en el sector transporte, visto principalmente como fuente de ingresos impositivos. Uruguay no cuenta con estándares para las emisiones de los vehículos ni información adecuada sobre su rendimiento. Más importante aun, no hemos definido el tipo de sistema de transporte que servirá para movilizar el país en el futuro. Esa situación –replicada en diferente grado en países de la región– limita las posibilidades de la industria nacional al no contar con un marco de referencia para atraer inversiones.
Todo lo anterior podría configurar una buena oportunidad para redefinir el sistema de transporte y generar el marco necesario, incorporando normativa para ganar en eficiencia, disminuir el impacto en el ambiente e incorporar nuevas tecnologías, creando oportunidades para el desarrollo y la generación de trabajo de calidad para los uruguayos.
Por otra parte, generar información unificada sobre el rendimiento de los vehículos y el impacto económico del consumo sobre su utilización serviría para orientar las preferencias de los consumidores.

Opciones tecnológicas

Como primer paso, el rendimiento del parque automotor tradicional podría incrementarse mediante la incorporación de vehículos más eficientes. No es necesario realizar ningún cambio estructural. Basta con valerse de tecnologías ya disponibles, como la inyección directa de combustible, la desactivación de cilindros y sistemas de encendido y apagado automático.
En segundo lugar, la incorporación de vehículos híbridos contribuiría a reducir el consumo de combustible. Si bien existen variantes, todos estos vehículos cuentan con un motor de CI, un motor eléctrico y baterías. En el esquema actual más común, la tracción es realizada por un motor eléctrico alimentado por baterías. El motor de CI actúa como generador, operando a su máxima eficiencia y liberado de la carga que implican el aire acondicionado, la dirección hidráulica y otros agregados. Los vehículos híbridos incorporan frenos regenerativos, que cargan las baterías con la energía del frenado. Así se maximiza su rendimiento en el tránsito urbano, en que el cambio de ritmo y las frenadas son frecuentes. Algunos permiten recargar sus baterías en la red eléctrica. Operan como vehículos eléctricos, pero con la autonomía adicional que les brinda
el motor de CI.
Los vehículos eléctricos “puros” funcionan exclusivamente a base de la energía acumulada en las baterías. Éstos han resurgido en los últimos años, con mejoras en la autonomía y en los sistemas de carga, lo que los hace especialmente aptos como vehículos urbanos. Resultan especialmente atractivos para empresas y para realizar recorridos que no superen los 100 kilómetros por día. Los motores eléctricos son más eficientes que los de CI: hasta 85% de su energía es transformada en movimiento. Utilizar combustibles para generar electricidad y alimentar con ella vehículos eléctricos es más eficiente que usar el combustible directamente en vehículos con motor de combustión interna. Los eléctricos no generan emisiones en el lugar de uso y son
silenciosos. Para su incorporación se debería establecer mecanismos de recarga públicos, por ejemplo en estacionamientos y estaciones de servicio. También podrían utilizarse para balancear el consumo de la red, incentivando la recarga de los vehículos fuera de las horas pico del consumo.
Por último, otra opción son los vehículos con celdas de combustible, que utilizan hidrógeno para la generación de la electricidad que los mueve. Éstos, sin embargo, requieren importantes incorporaciones estructurales para asegurar la disponibilidad y seguridad del abastecimiento de combustible.

Hacia nuevos esquemas
Para que las nuevas tecnologías puedan incorporarse deben ser económicamente viables con períodos de amortización que no superen la vida útil del vehículo. Nada será posible sin el impulso del Estado y el concurso de los usuarios.
En el mercado internacional, un híbrido es 25% más caro que un vehículo con motor CI, lo que
se amortiza en combustible en un período de hasta cuatro años, dependiendo del mayor o menor
uso urbano y del recorrido anual. El vehículo eléctrico que inicialmente es 30% a 40% más caro se amortiza en hasta cinco años.
Al momento de decidir la compra, el conductor comparará los vehículos tradicionales con los nuevos. La regulación impositiva puede alterar la ecuación económica, impulsando o limitando
la evolución del sector transporte.
Sería conveniente coordinar estas políticas con los demás países miembros del Mercosur, de donde proviene la mayor parte de los vehículos. El futuro nos presentará un panorama en el que no hay, en principio, un ganador claro, en el que coexisten varias tecnologías y en el que el ritmo y la velocidad del cambio están marcados por la disponibilidad y precio del petróleo y por la importancia atribuida al factor ambiental, especialmente al cambio climático.
Raúl E Viñas
Notas:
(1) www.eficienciaenergetica.gub. uy/consejos_vehiculos.htm.
(2) Ley 18.195, Art. 6 y 7.

Opinión ( Diario EL PAIS 09-04-2010)

Energía nuclear

@| "Periódicamente encuentro en la prensa odas a las centrales nucleares por parte de personas que consideran a la opción nuclear como conveniente para nuestro país. Incluso en algunos casos se llega a expresar la marca y modelo de la central que Uruguay tendría que incorporar a su matriz energética. Se presentan generalmente interesantes argumentos, respaldados por direcciones de sitios web y paralelamente se descartan las opiniones contrarias con comentarios descalificadores, lo que evidentemente no facilita ni predispone a una discusión seria de un tema que podríamos considerar importante.

Lo que no he podido encontrar es una justificación de la necesidad manifiesta por integrar centrales termonucleares a nuestra matriz energética, menos aún una consideración económica que indique la conveniencia de hacerlo y nada sobre qué tipo de desarrollo podría suponer contar con una central termonuclear en nuestro territorio.

Abundan en este campo las menciones vagas a lo `barato` de la energía nuclear, lo eficiente y seguro de las nuevas plantas que se estarían desarrollando, y últimamente incluso a la disponibilidad de plantas nucleares flotantes que estarían disponibles para ser alquiladas.

Sería muy interesante que aquellos que hacen esas propuestas en lugar de conmoverse ante las noticias sobre la industria nuclear, presentaran, aunque más no sea como referencia de un sitio web, fotografías, gráficos de producción y costos, a fin de que su propuesto pueda ser visto seriamente.

El contar con un sistema energético eficiente es básico para el desarrollo nacional. Que el sistema funcione con el mayor cuidado ambiental es la única forma de asegurar su sustentabilidad y que lo haga de manera que asegure el mejor resultado de las inversiones sirviendo como motor del desarrollo de otros sectores debiera ser nuestra meta.

Implantar una o más centrales de generación de electricidad, ya sea con combustible nuclear, a carbón, a gas o con derivados del petróleo, sólo agregará mayor dependencia. Si en cambio apostamos a las fuentes autóctonas como la eficiencia, el agua, el viento, el sol y la biomasa, y las combinamos y gerenciamos adecuadamente, podremos tener un país desarrollado con respeto al ambiente y con mayores oportunidades para los uruguayos."

Opinión ( Diario EL PAIS 21-3-10)

Energía nuclear

@| "Varias veces en los últimos meses en la prensa y otros ámbitos se ha hablado de que Uruguay podría o debiera contratar una barcaza con generadores nucleares a bordo para generar energía eléctrica, por ejemplo desde el mismo puerto de Montevideo.

Interesante y novedosa idea si las hay. Lamentablemente para algunos hoy eso sería imposible, ya que no existe ninguna embarcación de ese tipo operativa.

Desde 2002 la empresa nuclear estatal rusa Rosatom y su filial Rosenergoatom han planificado construir ese tipo de central termonuclear. Hoy los reportes de la propia empresa disponibles en internet indican que la primera de ellas solo estaría en condiciones de ser probada para 2012, con un retraso de más de 4 años sobre los planes originales.

También se habló en muchas oportunidades de pequeños reactores nucleares que estarían a la vuelta de unos pocos años de comenzar a generar y que podrían ser instalados en poblados pequeños o incluso edificios. Historias similares ya estaban en las revistas de tecnología de la década del 50 y del 60.

El tema nuclear merece ser tratado con seriedad. Las consecuencias de integrar una central termonuclear a la matriz energética así lo justifican.

Antes conviene que nos preguntemos si un país como el nuestro, con menos de cuatro millones de habitantes en un territorio mayor al de Inglaterra y bendecido por muchísimos recursos naturales, no tiene otra solución que recurrir a una central termonuclear para producir electricidad.

Seamos serios e imaginativos. Desarrollemos los recursos autóctonos como la biomasa, la eólica, la solar y la eficiencia de uso.

2030 Uruguay país Renovable, es posible."