30 de diciembre de 2010

Hacia el SOL

Instalar un panel solar es a la vez una experiencia gratificante y una tarea mas complicada de lo que parece.
El principal inconveniente está en que las instalaciones sanitarias de nuestras viviendas no esta preparado para adicionar un sistema de calentamiento de agua mediante energía solar.
Prever la instalación en la etapa de construcción o durante una reforma o actualización de los baños y cocinas es muy sencillo, abaratando y facilitando la instalación.

Lo que se necesita es un punto de abastecimiento de agua y que el agua calentada ingrese al circuito de agua caliente de la vivienda. En mi caso opte por mantener los tradicionales termotanques eléctricos pero ingresando a ellos el aga calentada por el sol. Como medida de seguridad agregué al sistema llaves de paso manuales que permiten aislar el circuito solar ya sea por algúna rotura o para su mantenimiento.

Como medida de seguridad debe tenerse en cuenta que en días como estos de diciembre, el agua del tanque puede facilmente superar los 100ºC, literalmente hierve. Si agua a tan alta temperatura ingresa alas cañerías de la casa entonces podrían producirse roturas y su uso directo por ejemplo para lavarse las manos o bañarse supondría graves quemaduras, pudiendo incluso dañar equipos como bombas o lavarropas.

Para evitar eso es indispensable adicionar a la salida del tanque solar una válvula termostática que limite la temperatura de salida del agua a 50ºC mediante la mezcla con agua fría.

Otro punto a considerar es que si bien un sistema no presurizado con control digital del ingreso de agua es muy eficiente, la no presurización del sistema significa que el agua llega a la casa como lo hace desde un tanque elevado, con mucha menos "fuerza" de la que generalmente tiene la red de OSE. Para aumentar esa presión se debe adicionar al sistema una bomba presurizadora con potencia suficiente para la presión deseada. En ese punto aún tengo que mejorar, ya que la bomba instalada de 0,1HP no es suficiente. Agrego un diagrama del sistema con todos sus componentes y quedo a las órdenes por cualquier consulta o comentario:

23 de diciembre de 2010

Empetrolados

Uruguay consume anualmente suficiente petróleo como para llenar casi cuatro veces el Estadio Centenario

Desde hace un par de meses se comenta en prensa que existe una alta probabilidad de que este verano, las precipitaciones estén por debajo e incluso muy por debajo de lo normal. La mayoría de los pronósticos meteorológicos de largo plazo indican que se producirá una “seca” importante en la región sudeste de Sudamérica. La causa sería la prevalencia de la circulación denominada “La Niña” en el Océano Pacífico, lo que se asocia estadísticamente con situaciones de déficit hídrico en Uruguay(1).
La ocurrencia de fenómenos de “seca” afecta negativamente todo el aparato productivo uruguayo. El componente energético no es ajeno a esto dado que el sector eléctrico es altamente dependiente de su componente hidroeléctrica, tanto por la potencia disponible como por el costo de la generación.

Cuando la generación hidroeléctrica es insuficiente para atender las necesidades del sistema, las opciones son las de recurrir a la importación de electricidad de países vecinos o generarla localmente mediante las centrales térmicas de respaldo que funcionan en base a petróleo y sus derivados.
Cada vez que eso sucede, aparecen los temas del costo que ese uso supone para el operador del sistema (UTE), el precio que se paga por la electricidad según su origen y la posibilidad de que incremente el costo del servicio eléctrico a los usuarios. A fin de amortiguar esos impactos se ha creado un muy discutido fondo de estabilización de tarifas que contaría hoy -de acuerdo a declaraciones de directores de UTE a la prensa- con unos cien millones de dólares.(2)

Todo importado.

Uruguay carece de hidrocarburos, pero igualmente obtiene casi dos tercios de su energía de la combustión del petróleo y sus derivados. Actualmente su mayor uso se da en el sector transporte. La utilización de este energético en la generación de electricidad aumenta esa porción, e incide en la “factura” o “cuenta“ petrolera y en su peso en el comercio exterior de nuestro país.

El monopolio de la importación y refinación de petróleo, así como el comercio de otros combustibles está en manos de la ANCAP. Las excepciones son solamente el gas natural, el alcohol carburante y el biodiesel cuyo comercio es abierto. De las memorias anuales del organismo, disponibles en la web para los años 2006, 2007 y 2008 es posible obtener información de la importación anual de crudo y del comercio de derivados, en metros cúbicos, desde el año 2000.(3)

El volumen medio importado anualmente es de 2,1 millones de metros cúbicos o lo que es lo mismo, suficiente petróleo cada año como para rodear el Uruguay con un muro de un metro de alto y un metro de ancho. La importación de petróleo tiene importantes variaciones interanuales que reflejan, las variaciones del consumo y situaciones como el paro de actividades de la refinería, durante 1993 y 1994 para su remodelación. Las series de datos mas largas disponibles públicamente son las de la Dirección Nacional de Energía y Tecnología Nuclear (DNETN) con información desde 1965, principalmente expresada en equivalentes energéticos y no en volumen físico.(4)

Si a fin de filtrar las variaciones interanuales, tomamos medias quinquenales se ve claramente que la importación de petróleo ha experimentado entre 1965 y 2010 un incremento de solo 10%. Similar incremento se observa en la incidencia de ese proceso en la balanza comercial donde pasó del 21% del total de importaciones en 1970-74 al 23% en 2004-2008.

Se registran igualmente dos períodos en que la importación de petróleo superó en valor el 30% de las importaciones totales. Ello sucedió en 1974-1975 y 1980-1984, coincidiendo con las crisis de abastecimiento y subas de precio del a OPEC de 1973 y 1979, y la crisis de 1982 .

En comparación, la generación de electricidad prácticamente se ha quintuplicado en el período. Así la importancia relativa del petróleo como insumo ha pasado de ser casi el 75% antes de la puesta en operación de SALTO Grande Palmar, a un 20% en el período 1999-2007. La situación de seca pronosticada podría llevar a que esa porción se eleve hasta el 60% como ya sucedió en 2008, coincidiendo entonces además, con el pico histórico de los precios internacionales del petróleo.

Oro negro

Todo el petróleo que consume Uruguay llega al país por vía marítima. Las memorias anuales de Ancap nos permiten ver que 13 han sido los países proveedores del Uruguay desde el 2000, algunos con solo una ocurrencia en el período. (5)

Desde el 2005 algunos acuerdos y medidas influyen sobre la importación de crudo. Ellos son, el tratado con Venezuela, la contratación de un seguro de precio (8) -que hoy no está vigente- y el tratado de intercambio de crudo por derivados con Ecuador. De ellos, el primero permite financiar el 25% de las compras de petróleo a Venezuela a 15 años con dos de gracia y con una tasa de 2% anual. (6)

Las estadísticas del Banco Central (BCU), el Instituto Nacional de Estadística (INE) y la DNETN , todas presentan datos anuales del valor total en dólares de las importaciones. Tratándose de operaciones de comercio exterior, la Dirección Nacional de Aduanas es la opción natural para encontrar información detallada del origen y costo de cada embarque o importación. El petróleo corresponde a la partida arancelaria 2709001000.

La información disponible en Aduanas para esa partida,(7) no coincide con las otras fuentes. La sumatoria de los registros aduaneros es claramente inferior al volumen de petróleo importado. Eso no tiene efectos impositivos ya que la importación de petróleo esta exonerada. De acuerdo con fuentes de Aduana las diferencias se debieron a errores administrativos en el manejo de la documentación entre Aduana y Ancap que se esta trabajando para corregir.

Para este artículo, Ancap proporcionó a solicitud, un reporte de las operaciones de importación de crudo entre 2006 y noviembre de 2010. En ese reporte se indican los orígenes, el tipo de crudo y el precio por barril de cada embarque. El costo de algunas compras en el primer semestre de 2009 fue afectado por aplicación de las cláusulas del seguro de precio que estipulaba un precio mínimo de U$S 54 por barril. (8)

En ese período el número de países origen de las importaciones disminuyó a 9 y Venezuela fue el origen del 65% del crudo importado. Ese volumen se traduce en un total de 2960 millones de dólares, de los que en caso de haberse utilizado en todos los casos la altamente favorable financiación del tratado, implica la financiación por parte de Venezuela de 740 millones de dólares, parte de la cual ya se ha comenzado a pagar.

Entre julio y agosto pasado este tema cobró estado público con discusiones sobre el monto de la deuda. y paralelamente pudo saberse que una parte de la financiación habría sido transferida por Ancap a Ute al financiarse así la compra de combustibles utilizados por esta para la generación de electricidad.(9)

La posibilidad de que se establezca una nueva situación de seca o déficit hídrico volverá a poner de manifiesto la dependencia del sector eléctrico en el sistema hidroeléctrico y la necesidad de modificar el paradigma generador de ese sector.

Allí la integración de fuentes renovables tiene el potencial para diversificar la matriz eléctrica con fuentes autóctonas, generando simultáneamente trabajo y desarrollo genuino para el país. La complementación del sistema hidroeléctrico con eólica, solar y respaldo en biomasa unido a un agresivo programa de eficiencia energética, podrían servir además para incrementar la confiabilidad y seguridad del sistema. Especialmente cuando los parque eólicos actualmente en operación en Uruguay lo está haciendo con factores de planta superiores incluso a los de algunas centrales termonucleares de la región.(10)

Raúl E. Viñas

1 www.climatecentre.org
2 www.americaeconomia.com
3 www.ancap.com.uy
4 www.dnetn.gub.uy
5 Ancap, memoria anual 2008 Pag. 41
6 http://www.presidencia.gub.uy/_Web/noticias/2005/12/2005120804.htm
7 www.aduanas.gub.uy (Consultas Públicas)
8 http://ladiaria.com/articulo/2010/11/felices-fiestas/
9 http://www2.standardandpoors.com/portal/site/sp/es/la/page.article_print/3,1,1,0,1093411765903.html
10 http://world-nuclear.org/NuclearDatabase/reactordetails.aspx

21 de diciembre de 2010

Que me disculpe la UTE

Varias veces tuve la idea de instalar en mi domicilio un colector solar.
Finalmente a principio de 2010 decidí que lo haría y así lo primero fue ver que sería necesario para instalarlo y operarlo en forma segura y eficiente.El mercado ofrece varias opciones con diferentes sistemas de calentamiento, superficies colectoras y los hay de origen nacional e importado.

Seleccioné el sitio de instalación en la azotea y planifiqué las conexiones necesarias ya que pretendía que el equipo abasteciera en modo de precalentamiento los dos termotanques eléctricos ubicados uno por planta y que proveen de agua caliente a los tres baños y la cocina. Decidí que también se abastecería de ese sistema el lavavajillas que sería conectado a uno de los termotanques.
En la ubicación elegida el colector estaría totalmente expuesto al viento, así por motivos puramente estructurales decidí que usaría uno de tubos de vidrio cuya estructura “enrejada” ofrece menor resistencia al viento.
El tema del dimensionamiento del sistema me llevó a elegir primariamente un sistema con tanque de almacenamiento de 150 litros pero para mayor seguridad de abastecimiento y a instancias del proveedor se terminó instalando uno de 200, suficiente en teoría para una familia de 4 personas.
Para mejor controlar el flujo y la temperatura del agua procuré evitar el ingreso de agua fría, por ejemplo durante la noche y me decidí por un sistema no presurizado con una válvula electrostática en el ingreso.

Limitar la temperatura de ingreso del agua a la casa con el fin de evitar la rotura de caños y posibles accidentes por quemaduras obligó a instalar una válvula termostática cuya temperatura de salida se graduó a 52ºC como máximo.
Así, además del colector fue necesario adquirir e instalar:
. una válvula electrostática para control de ingreso de agua al tanque,
. una válvula termostática para limitar la temperatura de salida de agua del sistema hacia la casa,
. una válvula reguladora de presión para igualar la presión del sistema de OSE a la del tanque en la válvula termostática
. una bomba para incrementar el flujo de agua hacia la casa.
Lo mas complicado fue incorporar el sistema a la estructura de la vivienda que no estaba preparada de antemano, limitando al mínimo los agujeros y los pasajes visibles de caños. Para ello se colocó un cielo raso de yeso en uno de los baños, por sobre el cual pasan los caños.
El sistema cuenta con llaves manuales que permiten aislarlo desde dentro de la casa en caso de rotura o falla, pasando entonces los termotanques a recibir agua directamente de OSE.
Se completa el sistema con un control digital con indicación de temperatura y nivel de agua en el tanque. Desde ese sistema se puede además programar las horas de llenado del tanque o cargarlo en caso de necesidad.
El costo total del sistema con instalación e impuestos incluidos fue de U$S 1796 que se repagarán en un plazo de 27 a 32 meses.
Claro que además tiene la satisfacción de terminar de bañarse y ver que el termotanque no enciende su lámpara piloto.


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Debate Nuclear en Uruguay

Razones y sinrazones de un debate que lleva décadas.
(Publicado en el Suplemento de Energía de La Diaria, Noviembre 2010)
Las fuentes radiactivas existen en la naturaleza, empezando por el sol. Las artificiales están tan cerca de nosotros, como el consultorio de nuestro dentista o el detector de humo de un apartamento.

La ciencia ha desarrollado numerosas aplicaciones de las propiedades radiactivas de muchas sustancias, en campos que van desde la medicina, a las aplicaciones militares, pasando por la conservación de alimentos y la medición de parámetros ambientales.

Otra aplicación, es la de utilizar masivamente material radiactivo para producir vapor y generar electricidad. Eso se logra mediante centrales termonucleares de potencia. Esas centrales son similares a cualquier central térmica, en el hecho de que el generador propiamente dicho está acoplado a una turbina de vapor. La diferencia está en que si bien el vapor puede producirse por la combustión de petróleo, carbón, biomasa, o la concentración de energía solar, en las centrales termonucleares, se genera utilizando la radiación emitida principalmente por el Uranio 235.

La necesidad de aislar los elementos radiactivos del ambiente, obliga a la mayor diferencia entre las centrales nucleares y todas las otras, ya que se debe construir un núcleo para contenerlos, dentro del cual se ubica además el sistema de refrigeración y el generador de vapor.

Si bien se reconocen varios tipos de centrales termonucleares, todas son básica y estructuralmente similares, difiriendo solamente en su potencia, el sistema de enfriamiento y la concentración de material radiactivo en el combustible utilizado.

Hoy en el mundo existen, de acuerdo con la World Nuclear Association, (1) cuatrocientas treinta centrales en operación. Otras cincuenta y ocho están en proceso de construcción y ciento treinta instalaciones han sido cerradas estando a la espera o en proceso de desmantelamiento.

De las plantas en operación más de la mitad se ubican en cuatro países: Estados Unidos, Francia, Japón y Rusia. La construcción de nuevas centrales mientras tanto se concentra en China, Rusia, Corea e India sin que ninguna se agregue a las existentes en Estados Unidos o Canadá y solo dos estén en construcción en Europa Occidental.(2) Ambas en complejos con plantas termonucleares ya existentes y con importantes retrasos y sobrecostos en su construcción.

NUCLEAR REGIONAL

A nivel regional Cuba abandonó la construcción de dos plantas a fines de los ochentas, mientras Méjico, Brasil y Argentina operan dos centrales cada uno, lo que completa las seis centrales latinoamericanas.

La más antigua es “Atucha 1” en Argentina comenzada en 1968 e inaugurada en 1974. La segunda central Argentina, “Embalse” en Cordoba, demandó diez años para su puesta en operación en 1984. Del lado brasileño “Angra 1” que comenzó a operar en 1985 fue construida en catorce años y “Angra 2” demandó 25 años para su puesta en operación en 2001. Las centrales mejicanas de “Laguna Verde” 1 y 2 entraron en operación en 1990 y 1995 luego de 14 y 18 años de construcción respectivamente.

Completa el panorama nuclear regional que tanto Argentina como Brasil tienen cada uno una planta en construcción, “Atucha 2” en Argentina desde 1981 y “Angra 3” en Brasil en construcción desde 1983.

URUGUAY NUCLEAR

A nivel nacional, la crisis petrolera de 1979 y el impulso nuclear regional de principios de los ochenta, llevó a que se planteara en diferentes ámbitos la posibilidad de incorporar un reactor nuclear de baja potencia con fines de investigación y generación de electricidad. Esta idea se abandonó totalmente con la puesta en funcionamiento de Salto Grande y Palmar en 1982.

En 1988 se plantea la posibilidad de un tratado de cooperación nuclear con Canadá, que se trató repetidas veces a nivel parlamentario hasta 1992. Paralelamente la Dirección Nacional de Energía definía en 1991, que un emplazamiento probable para una central termonuclear sería la zona de la represa de Palmar, siendo necesario realizar mayores estudios para determinar la conveniencia de esa opción.

A nivel parlamentario en 1991 se legisla que la instalación de una central termonuclear de potencia, ya sea esta pública o privada, deberá ser autorizada por ley (Artículo 215 de la ley 16226) y en 1992 por el artículo 27 de la ley 16832 se prohíbe el uso de energía de origen nuclear en el territorio nacional.

El tema nuclear reaparece en 2005 en el Plan Energético 2005-2030 de la Dirección Nacional de Energía y Tecnología Nuclear (DNETN). En el se propone estudiar la opción, al igual que la posibilidad de incorporar a la matriz energética carbón y gas. Así en 2006 un trabajo de la DNETN presenta aspectos para el análisis de la alternativa nuclear.

Durante 2007 son presentados al parlamento al menos dos informes, en los que incluso se llega a recomendar el modelo y fabricante de la “central termonuclear a instalar en Uruguay”. Las declaraciones del entonces Presidente, Dr. Vázquez en ocasión de sus visitas a Israel y Corea llevan el tema a la prensa en 2008, resaltando la voluntad de esos países en participar de un eventual plan nuclear uruguayo.

Hacia fines de 2008 se presenta el informe “Análisis para la eventual puesta en marcha de un programa nuclear para la generación eléctrica en Uruguay”, preparado por un grupo técnico multidisciplinario el que recomienda seguir las directivas de la Organización Internacional de Energía Atómica (AIEA) para estudiar el tema. (3) Sobre esta base se designa una comisión multipartidaria nuclear para estudiar el tema, comisión que debiera estar integrada por tres representantes del Poder Ejecutivo, tres del Frente Amplio y uno por cada uno de los partidos con representación parlamentaria.(4)

En 2009 el tema energético estuvo presente en los programas de gobierno de todos los partidos para las elecciones de octubre. En el tratamiento del tema, la opción nuclear no es mencionada por el Frente Amplio ni el Partido Nacional, que si hablan de diversificar la matriz energética. El programa del Partido Independiente la menciona como tema a estudiar y en el programa del Partido Colorado se expresa la necesidad de que Uruguay cuente con al menos una central termonuclear en lo próximos seis o siete años y que mientras tanto debiera alquilar algún reactor nuclear. Específicamente se refiere el programa al proyecto de la empresa rusa Rosatom, de instalar reactores nucleares en barcazas, proyecto que no se espera esté operativo hasta 2012 (5). Una posición absolutamente contraria al uso de energía nuclear es la que manifiesta desde su programa la Asamblea Popular.

En diciembre de 2009 la Comisión Nuclear encargó con fondos estatales una encuesta sobre la percepción pública de la energía nuclear, uno de cuyos pocos resultados conocidos es que el 62% de la población quisiera disponer de más información sobre el tema.

En febrero de 2010, la multipartidaria sobre temas de energía -algunos de cuyos integrantes lo son también de la Comisión Nuclear- recomendó diversificar la matriz energética nacional y dentro de ese esquema culminar con los estudios de viabilidad de la opción nucleoeléctrica propuestos por esa comisión. En agosto pasado, en el proyecto de presupuesto nacional se asignó casi un millón de dólares para la fase uno de esos estudios.

Finalmente en octubre y por iniciativa de la Universidad de la República, se realizó un “Juicio Ciudadano” en el que ninguno de los 15 jurados estuvo a favor de la implantación de una central termonuclear en el actual estado de la tecnología. Los matices del jurado van desde el NO, hasta el ver la posibilidad de aceptarla, si los avances tecnológicos minimizan el riesgo asociado al emprendimiento. Paralelamente se pidió transparencia a la Comisión Nuclear y que se de difusión a sus informes y encuestas.

OPCIÓN NUCLEAR

Entre las razones esgrimidas a favor de instalar al menos una central termonuclear en el Uruguay, está el que los países vecinos ya utilizan esa tecnología y que entonces estamos expuestos a los riesgos de un accidente nuclear. Si bien el argumento es débil, es al menos parcialmente cierto para el caso de Atucha en Argentina, que se encuentra a menos de 100 kilómetros del centro de Buenos Aires y de Nueva Palmira. Del lado brasileño las centrales distan más de 1700 kilómetros de la frontera y además los estados de Rio Grande del Sur, Santa Catarina y Paraná se han declarado por ley, libres de centrales nucleares.

También se pregona que la energía nuclear es “energía de base”, disponible y controlable, en contraposición con las fuentes renovables, que al depender de “combustibles” como el sol, el viento y el agua no están siempre disponibles. Eso también es cierto, si bien la utilización conjunta y complementaria de las fuentes renovables en un esquema integrado con la generación mediante biomasa -que puede servir como respaldo- puede asegurar la disponibilidad. Ahora que si el panorama regional puede servir de marco de referencia, entonces la supuesta disponibilidad nuclear no es tal.

Veamos por ejemplo que la disponibilidad de “Angra 1” en Brasil no ha superado el 40% desde su puesta en marcha. Eso significa que en promedio la planta solo ha estado disponible 140 días al año, (1) menos que muchos parque eólicos. El mejor registro de operación de la región lo tiene la Central de “Embalse” en Argentina, que llega al 85% o sea una disponibilidad media de 310 días al año o lo que es lo mismo, no se cuenta con la planta por casi dos meses cada año.

Se utiliza además el argumento de que existen múltiples fuentes de combustible nuclear lo que permite independencia de un proveedor determinado. Eso es cierto, hasta que se adopta un tipo de central, ya que entonces la opción se limita a aquellos proveedores que a partir del mineral de uranio producen el combustible en la forma y concentración requerida por la planta.

Por último, el argumento estrella, es que las plantas nucleares no generan en su operación gases de efecto de invernadero, lo que también es cierto, si bien como resultado de esa misma operación se generan otro tipo de desechos, cuya disposición final es aún un problema sin resolver que solo se pospone, quedando como herencia de nuestro apetito energético para las futuras generaciones.

Cabe agregar que las dos centrales nucleares brasileñas conforman solo el 2% de la capacidad de generación eléctrica de Brasil y las dos argentinas apenas componen el 4% del parque de generación. La implantación en Uruguay de una sola central del tamaño de Embalse supondría el 23% y una como Angra el 37% de la capacidad de generación con la planta integrada. Eso convertiría al Uruguay en el país más nucleodependiente de América, más incluso que los Estados Unidos que dispone de 104 centrales.

Eso implica un riesgo operacional para el sistema eléctrico, que podría reducirse con las interconexiones regionales, pero que seguramente obligaría a integrar al sistema potencia de respaldo, aumentando los costos.

Llegando a los costos, quizá el punto mas importante a tener en cuenta lo ha presentado en forma inequívoca Wall Street, al sistemáticamente negarse los inversores a financiar nuevas plantas termonucleares por considerarlas riesgosas y con costos finales muy difíciles de definir (6). No fue suficiente que en febrero la administración Obama ofreciera garantías, por más de ocho billones de dólares para evitar la cancelación de las pocas solicitudes de permisos para nuevas plantas, la última retirada el mes pasado (7)

Conviene tener en cuenta que casi todos los estados en EEUU tiene ahora legislación que prohíbe trasladar a los clientes los costos de nuevas centrales -nucleares o de cualquier otro tipo- hasta que las mismas no están integradas al sistema y generando. Ello, a fin de evitar casos como el de la central nuclear de Shoreham en Long Island (NY), la que solo funcionó por dos días, antes de ser cerrada por problemas de seguridad, dejando a los clientes con una deuda de mas de 6 billones de dólares y el costo de tener que desarmarla y limpiar el sitio, tarea que veinte años después apenas ha comenzado.(8)

En algunos ámbitos de nuestro país, se escucha que el crecimiento de la demanda de electricidad llevara a que no sea posible satisfacerla, sin incorporar al menos una central termonuclear (9). Manteniendo las tendencias actuales, ciertamente necesitaremos nuevas fuentes, ahora que de allí a que “el país solo se salva con una central nuclear”(10) hay un paso demasiado grande. Muchas otras fuentes, especialmente la eficiencia en el uso, la reducción de pérdidas y la sustitución, por ejemplo con solar térmica para el calentamiento de agua y el acondicionamiento térmico, pueden hacer que mejoremos nuestra productividad y comodidad, sin agregar al sistema eléctrico mas que fuentes renovables en base a recursos autóctonos que son las únicas capaces de garantizar la soberanía e independencia energética, con respeto a nuestro ambiente.

Raúl E. Viñas


(1) www.worldnuclear.org
(2) Flamanville 3 (Francia) y Olkiluoto 3 (Finlandia)
(3) www.dnetn.gub.uy
(4) Decreto 593/2008 del 5/12/2008
(5) http://www.rosatom.ru
(6) http://www.nytimes.com/2010/10/11/business/energy-environment/
(7) http://www.foxbusiness.com/markets/2010/10/09/constellation-drops-nuclear-loan-guarantee-program/
(8) http://www.nytimes.com/2009/01/04/nyregion/long-island/04shorehamli.html
(9) http://www.acde.org.uy/novedades/novedadesnuclear.htm
(10) http://www.eltelegrafo.com/index.php?idbuscar=4099