Publicado en : http://eltelescopio.com.uy/empetrolados/
A pesar de los cambios en la matriz energética, casi el 40% de la
energía que utiliza Uruguay tiene su origen en el petróleo. Los pronósticos
oficiales mantienen esa proporción. ¿Cambiamos?
En estos tiempos en que un día sí
y el otro también aparecen noticias sobre las exploraciones para determinar la
existencia de hidrocarburos en nuestro mar territorial, conviene repasar la
importancia del petróleo en nuestra matriz energética.
Para el lector desprevenido, la
abundante información sobre el crecimiento de la energía eólica, podría indicar
que nuestro país está dejando de lado los combustibles fósiles y abrazando las
tecnologías renovables.
Eso es parcialmente cierto si analizamos
solo la generación de electricidad. En esa parte de la matriz energética, se ha
reducido sustancialmente la incidencia de los hidrocarburos y así en años de
disponibilidad hidráulica media o alta la matriz energética del sector es
renovable en más del 80 o 90%.
Esos cambios hacen que, en medio
de un incremento del consumo energético, el petróleo haya reducido su
participación de más del 50% hace tan solo 15 años a algo menos del 40% en
2014, el último año cuyo balance está disponible en la web de la Dirección Nacional
de Energía (1)
¿De donde viene el petróleo?
Uruguay carece hasta ahora de
recursos propios de petróleo, hay exploraciones en tierra, principalmente en la
llamada “Cuenca Norte” y en el mar territorial, pero a la fecha no se ha
hallado petróleo.
Todo el petróleo que consume
Uruguay llega así al país por vía marítima. No hay oleoductos internacionales
en la región y la descarga del petróleo se hace en la denominada “Boya
Petrolera” ubicada frente a la costa de José Ignacio y a solo 30kmts de Punta
del Este.
ANCAP tiene el monopolio de la
importación y refinación del petróleo. Hasta 2005 las compras se realizaba en 13
países, el número de proveedores se redujo a 9 entre 2005 y 2010, y se limita a solo 6 países desde 2012, de
acuerdo al informe de ANCAP solicitado para este informe. De ellos Nigeria y Venezuela
son los principales proveedores, conformando entre ambos más de 2 tercios de
las importaciones. El resto proviene de Brasil, Angola, Reino Unido y Yemen.
¿Cuánto petróleo utilizamos?
El volumen medio importado
anualmente es de 2 millones de metros
cúbicos o lo que es lo mismo, suficiente petróleo cada año como para rodear el
Uruguay con un muro de un metro de alto y un metro de ancho.
Las series de datos mas largas
disponibles públicamente son las de la Dirección Nacional
de Energía y Tecnología Nuclear (DNETN) con información desde 1965,
principalmente expresada en equivalentes energéticos y no en volumen físico.(2)
¿Cuánto cuesta el Petróleo?
Si lo vemos desde el punto de
vista de la balanza comercial del país, la importación de petróleo y derivados
constituye en los últimos años entre el 20 y 30% del valor de las
importaciones.
Más allá de las variaciones en el
volumen importado, la variación se da principalmente por los cambios en el
valor del petróleo en el mercado internacional.
Si tomamos el petróleo tipo Brent
que utiliza ANCAP como referencia para la fijación de los precios internos de
los derivados, vemos que ha oscilado desde un tope de U$S 134 por barril en
Junio de 2008 a
menos de 30 dólares hoy. (3)
En el período ANCAP adquirió
petróleo hasta por U$S 147 por barril en 2008 (4), lo que llevó a adquirir un
seguro de precio para 2009 con un máximo de U$S 95 y mínimo de U$S 54 por
barril. Ese mínimo de U$S 54 fue lo que pagó ANCAP cuando el petróleo bajó a U$S
42 en 2009.(5)
El tema de los seguros se
renegoció para 2010 reduciendo las pérdidas y volvió a la palestra a fines de
2013, cuando el precio del barril oscilaba en los U$S 110.(6) Finalmente no se tomó el nuevo seguro y en junio de 2014 el precio comenzó a bajar
hasta menos de la mitad a fines del año.
¿A dónde va el petróleo?
Del total importado, casi el 3%
se gasta internamente en la refinería para la producción de los derivados que
utilizamos como son el Gas Oil, las Naftas y otros.
Dejando de lado la generación de
electricidad, donde el petróleo no fue significativo en los últimos años, de los
derivados producidos, más del 60% se usa en el sector del transporte, casi 30%
es utilizado por la industria, agro, pesca y comercio, y el 12% restante tiene
por destino el sector residencial, principalmente como Gas Licuado de Petróleo
(Supergas).
Es en el sector del trasporte
entonces donde se consume la mayor parte del petróleo y además allí los
derivados del petróleo conforman el 95% de la energía utilizada, siendo el
restante 5% el resultado del uso de Etanol y Bio Diesel. (1)
Además el consumo energético del
sector transporte se incrementó en casi el 60% en los últimos 10 años, como
vimos casi totalmente en base a derivados del petróleo.
¿A dónde vamos en el uso del petróleo?
La lectura del documento
denominado Política Energética Uruguay 2030 (7) no nos da valores específicos,
pero tiene referencias a impulsar la reducción de la intensidad energética de
los procesos y en el sector del transporte propone apoyar el uso del modo
ferroviario, el fluvial y el colectivo de personas como formas de hacer mas
eficiente a ese sector.
Mundialmente se habla del fin de
la era del petróleo y son muchos los reportes que tratan el tema.(8) Casi no
pasa un día sin que aparezcan novedades respecto de las energías renovables y
la sustitución del petróleo.
En nuestro país, estudios privado
contratados por la Dirección Nacional
de Energía han definido diversos escenarios socioeconómicos (9) y en base a
estos en 2014 se desarrollaron análisis prospectivos hasta 2035.(10)
En estos estudios se pronostica
la casi duplicación del consumo de energía en el país y en ese escenario casi
no se reduce la dependencia de los hidrocarburos que se mantienen en el orden
del 40% de la demanda.
Como se aprecia en la figura,
solo en el escenario para 2035 denominado “Política Consensuada” se anota una
mayor incidencia del Gas Natural que llega al 5% reduciendo la porción
correspondiente a los derivados del petróleo a 41%.
De cumplirse con este pronóstico,
estaríamos necesitando en 2035 el doble del petróleo que importamos hoy.
Especial preocupación produce la
visión del informe (10) respecto al tema del transporte, donde la penetración
de la electricidad, el bio diesel y el etanol se proyecta como casi nula y se
mantiene en todos los escenarios la dependencia casi total de los derivados del
petróleo mientras se duplica en el período el consumo energético del sector.
¿Es sostenible ese escenario?
Sin entrar en consideraciones
sobre si el petróleo necesario en los escenarios analizados pudiera ser de
origen nacional, queda claro que las previsiones oficiales no nos muestran
avanzando en el sentido de las energías renovables, fuera del sector eléctrico
y en especial nos dejan dependientes de los hidrocarburos en el sector
transporte.
Si para algo debe servir la
lectura de los estudios de la Dirección
Nacional de Energía es para analizar las formas de cambiar
esas previsiones.
Hemos avanzado mucho en el sector
eléctrico en el sentido que ese sector sea renovable. Ahora debemos de estudiar
y definir una política para que el resto de los sectores del sistema energético
nacional también lo sean, alejándonos de los combustibles fósiles, en especial
del petróleo y enfocándonos en las tecnologías renovables para abastecerlos.
Ya algunos países, muy
notablemente Dinamarca, están estableciendo políticas renovables (11) con la
meta de ser para 2030 países renovables.
Esa debiera ser nuestra meta,
apuntando a la sustentabilidad, y así en el caso de que se encuentren
hidrocarburos explotables en nuestro territorio, podremos hacer un uso
civilizado de los mismos, por ejemplo en la petroquímica, los materiales
plásticos y los fertilizantes, en lugar de simplemente quemarlos en motores
para ir al supermercado.
(2) www.dnetn.gub.uy
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