COMUNICADO DEL MOVUS (Movimiento Uruguay Sustentable)
Plantas de
celulosa en Uruguay no cumplen
normas europeas
Tampoco
utilizan las mejoras técnicas disponibles como dice su
propaganda
Se dice que
las plantas de celulosa en Uruguay son las más controladas del mundo
y que aplican las mejores tecnologías disponibles, pero la negativa
a la instalación de otra planta de celulosa en Finlandia el mes
pasado puso en evidencia que la que están operando en nuestro país,
inclusive la que pretende instalar UPM en el río Negro, no cumplen
con las normas europeas de protección del medio ambiente.
En diciembre
último, el Tribunal Administrativo Supremo de Finlandia rechazó la
planta de celulosa propuesta por la empresa Finnpulp, con capacidad
de producción similar a las que hoy operan en Uruguay, que hubiera
sido la más grande de Europa.
A diferencia
de las plantas de celulosa existentes en nuestro país, la planta
finlandesa incluía un tratamiento terciario de los efluentes que
reduce su potencial contaminante. A modo de ejemplo, UPM vierte hoy
al río Uruguay 75 Kilos de fósforo diario mientras que la planta
finlandesa solo vertería 25, la tercera parte.
Pero las
normas europeas obligan, además, a analizar el impacto acumulativo
del proceso de contaminación en la vida útil del proyecto. Al no
cumplir este requisito, la propuesta de Finnpulp fue rechazada al
cabo de cinco años de estudio en un proceso que contó con la
intervención de jueces expertos en temas ambientales.
Ese tipo de
procedimientos, indispensables para asegurar la sustentabilidad de
los proyectos y la calidad del ambiente para nosotros y las futuras
generaciones, está muy lejos de lo que se viene aplicando en
Uruguay.
La
autorización ambiental para la planta de UPM en el río Negro se
otorgó luego de un análisis del proyecto realizado en apenas ocho
meses,desde la presentación del estudio de impacto ambiental hasta
la autorización ministerial a las apuradas, para cumplir los plazos
perentorios del contrato firmado por el gobierno.
Ello llevó
además a situaciones irregulares, como que las audiencias públicas
se realizaran durante la puesta de manifiesto del proyecto o que la
empresa contestara preguntas y observaciones al proyecto dos meses
después de que el mismo recibiera la autorización ministerial,
convirtiendo el proceso en una burla que atenta contra la seguridad
jurídica que se dice debemos cuidar como país.
En síntesis,
con la complacencia de autoridades nacionales y departamentales se
aceptan en nuestro país proyectos y propuestas de dudosa
sostenibilidad que nos colocan cada vez más como un país propicio
para recibir actividades que no son aceptadas en los países más
desarrollados del planeta.
Junto a otras
entidades de la sociedad, hemos presentado ante la Justicia los
recursos legales correspondientes con el fin de anular los
procedimientos irregulares que están poniendo en riesgo la
integridad de nuestra población y nuestro territorio.
Alertamos a
la población sobre las consecuencias de esta situación
Movimiento
por un Uruguay Sustentable (Movus) 2 de Enero 2020
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