11 de septiembre de 2025

El agua que has de beber COMUNICADO DE MOVUS

Se pretende que para asegurar el agua potable a Montevideo la solución es realizar obras gigantescas pagando cientos de millones de dólares. Tenemos que salir de la caja y pensar.

El anterior gobierno pretendió imponer el llamado “Proyecto Neptuno” en Arazatí. Una potabilizadora de 200.000m3 de agua diarios, un "Polder" de 250 hectáreas y 90 km de caños hasta Montevideo. Una "inversión privada" de US$ 300 millones, con un costo para Uruguay de más de US$ 900 millones.

El actual gobierno retira Neptuno, y si bien reconoció la ilegalidad del contrato de Arazatí por violar el Artículo 47 de la Constitución de la República, lo que lo hace nulo; con dudosa legalidad pretende corregir la ilegalidad y adjudicar sin licitación al consorcio contratante “Infraestructura Arazatí S.A.” las obras de una potabilizadora de 200.000m3 diarios en Aguas Corrientes, trabajos en los caños de 5º línea de bombeo y un sistema potabilizador con reserva de agua en el Solís Chico. Una "inversión privada" sin cuantificar pero que igualmente se pagará por disponibilidad y mantenimiento más de tres veces su costo.

Además se plantea una reserva de agua en Casupá que financiará la CAF (Confederación Andina de Fomento) con un costo de al menos US$ 150 millones, quizá el proyecto con el costo financiero más aceptable.

Todo lo reseñado es similar a colocar agua en un colador.

Tal como se ha dicho, Montevideo toma y potabiliza diariamente 600.000m3 de agua del río Santa Lucía. De ellos casi 400.000m3 no se facturan, se pierden o se usan con conexiones "no medidas". Eso es más del 67% del total, mientras que en el interior del país el agua no medida es menos del 30%

Desde MOVUS insistimos en que reparar la red de Montevideo, no ya al nivel de países desarrollados, sino llevándola al nivel de red en el interior del Uruguay, permitiría reducir la toma de agua del río a 400.000 m3, ahorrando en bombeo y potabilización, reduciendo el  uso de químicos y la generación los lodos contaminados.

Eso incrementaría la facturación de OSE en al menos US$ 60 millones  anuales, generando la capacidad de realizar obras por “obra pública”, sistema mucho menos oneroso que la Participación Público Privada (PPP) o las redescubiertas "iniciativas privadas".

Así cabe preguntarse si es necesario, conveniente y oportuno realizar las obras anunciadas  para agregar 200.000m3 de agua en un sistema que "pierde" dos tercios del agua que por el circula.

Se ha dicho que arreglar las redes costaría US$ 400 millones, eso es mucho menos de lo que se pensaba gastar en Arazatí o lo que se terminará pagando por las obras "sustitutivas" que se anunciaron. Por otra parte una masiva reparación y control de la red de OSE se haría en varios años y se podría financiar con el incremento de la facturación

¿Qué harías en tu casa si tienes una pérdida de agua?
¿No la repararías OSE?

30 de agosto de 2025

AGUA que has de beber

Lo que nos dejó la interpelación.

Personalmente y desde MOVUS hemos sido muy críticos del denominado “Proyecto Neptuno”, para complementar el abastecimiento de agua a Montevideo y el área metropolitana con agua tomada del Río de la Plata en ARAZATÍ.  Así
entendemos positivo que se lo descartara, cuando todos los análisis indicaban era inconveniente, insuficiente, extremadamente caro y planteado en una localización inadecuada para servir como fuente para el servicio de agua potable.

La maratónica interpelación esta semana al Ministro de Ambiente por ese tema terminó sin novedades.
La oposición defendió, sin un propósito claro, el proyecto privado para Arazatí, criticando que fuera descartado,
mientras que el gobierno, a pesar de las críticas, dejó claro que seguirá adelante con las obras anunciadas en la
cuenca del Santa Lucía.

Se ha dicho que para eso se harán modificaciones al contrato originado en una iniciativa privada para una obra
específica y que tiene por objeto obras en Arazatí y el departamento de San José. Eso se pretende justificar con
una dialéctica rebuscada que deliberadamente confunde “objetivos”, difusos y no escritos, con el “Objeto”,
plasmado y específico, del contrato.
En la interpelación ninguna de las partes, ni el gobierno ni la oposición, hizo mención de que una de las
modificaciones anunciadas busca eliminar  la ilegalidad de haber otorgado a privados la gestión y operación de
parte del servicio público de abastecimiento de agua para el consumo humano, el que debe ser prestado
exclusiva y directamente por personas jurídicas estatales.
Esa ilegalidad fue reconocida por el actual gobierno, reconocimiento que el Ministerio de Ambiente incluyó
como elemento en contra del proyecto en la presentación ante la Comisión de Ambiente de la cámara de
Diputados el pasado 4 de agosto.
Está meridianamente claro que un contrato con cláusulas ilegales es nulo (Artículo 1560 y siguientes del Código
Civil)y no genera efectos para ninguna de las partes.

Lejos de hacer uso de la anulación del contrato que posibilitaría hacer una nueva licitación de obras en condiciones más ventajosas, quedo claro que no se modificarán las condiciones de pago por disponibilidad y mantenimiento del contrato, las que aseguran a las empresas constructoras cobrar por las obras más de tres veces su valor. Una condición inaceptable y difícil de entender, viendo los informes presentados sobre la situación económica y financiera de OSE disponibles en la versión taquigráfica de la comparecencia OSE en el Parlamento.

Para impulsar esto se apela a un sentimiento de urgencia que no parece seguir con un plan estratégico definido, y hace recordar a las obras de trasvase de agua del río San José al río Santa Lucía durante la sequía.

Las obras ahora propuestas requieren todas de estudios ambientales completos y por su tamaño y complejidad ninguna estará terminada al menos hasta el año electoral de 2029.

Nada se dijo en la interpelación de la posibilidad de ejecutar una reparación masiva de las redes de OSE, que podría comenzar mañana, dotando a las nuevas redes de elementos de medición que favorezcan el control y racionalicen su operación.

Eso cuando el sistema metropolitano demanda del río Santa Lucía y potabiliza correctamente casi seiscientos mil metros cúbicos de agua diarios de los que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas, sólo se factura el treinta y cinco por ciento, que son unos doscientos veinte mil metros cúbicos.

Así en el sistema metropolitano de Montevideo el sesenta y cinco por ciento del agua demandada al río Santa Lucía, unos  cuatrocientos mil metros cúbicos, no se factura por pérdidas de la red, o se utiliza en conexiones que no son medidas. Eso significa que cada mes la OSE deja de facturar diez millones de dólares, ciento veinte millones anuales millones anuales.

Solucionar esas pérdidas generaría mucho empleo y trabajo que puede ser realizado por empresas de porte mediano e incluso pequeño, trabajando a nivel zonal.

Nada se dijo, pero está claro que reducir la demanda de agua del río a los niveles de consumo real que según la URSEA (Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua) no debieran superar los trescientos cincuenta mil metros cúbicos diarios quitaría estrés al sistema reduciendo el volumen de productos químicos a utilizar en la potabilización y la producción de lodos como residuo del sistema, abaratando el proceso,mejorándolo ambientalmente  e incrementando la facturación

No hay razón para incrementar ahora la capacidad de potabilización de Aguas Corrientes con una nueva potabilizadora que volcaría agua a un sistema metropolitano en nuy malas condiciones y con pérdidas que superan en volumen el incremento de aporte que se lograría. La que se piensa construir podría estar en operación en tres o cuatro años para ser usada en pocas oportunidades o casi no ser utilizada si se reparan las redes.

Mejorar las redes y con ellas la capacidad financiera de OSE, permitiría además a la empresa encarar las nuevas obras por contrato de obra pública, sin caer en el pago de recargos e intereses por PPP, (Participación Público Privada) o la aún menos controlada “Iniciativa Privada”, las que dan por resultados costos de obras que triplican y más el costo real, sin justificación económica ni financiera. Eso convierte a la obra pública en un negocio eminentemente financiero para las empresas contratistas. 

Pero esto no está en los planes y en la interpelación todas las partes se guardaron muy bien de transparentar los costos reales de las obras concentrándose en hablar de los montos de inversión, lo que les puede costar la obra a los contratistas, sin referirse a lo que esos contratistas van a cobrar que más que triplica su inversión algo que ni siquiera el sistema bancario privado local hace con los préstamos.

Para aclarar, digamos que me tiene sin cuidado si  voy a arreglar un baño y la empresa me dice gastarán en materiales, mano de obra e impuestos cien pesos. Esa es su inversión. Lo que me importa es cuanto me van a cobrar y seguramente si me dijeran que deberé pagarles trescientos pesos busque otro sanitario.

La posibilidad de anular el contrato existe la ilegalidad ha sido reconocida y tiene amplio respaldo legal, la de comenzar a arreglar las redes también, quizá sea un buen momento para barajar y dar de nuevo.

Publicada en el semanario Crónicas el 29 de agosto de 2025.
https://www.cronicas.com.uy/contratapa/agua-que-has-de-beber-lo-que-nos-dejo-la-interpelacion/

25 de julio de 2025

Mi encuentro con Ötzi.

 

Fue en la década de 1990 que supe de la existencia de Ötzi. Un reporte científico, acompañado de algunas fotografías,  daba cuenta del hallazgo en los Alpes del cuerpo congelado de un hombre. Tal como sucedió con las personas que lo encontraron casualmente en 1991, mi primera idea fue la de que serían los restos mortales de algún alpinista, pero las fotos me llevaron a continuar leyendo.

En las imágenes no se veían ropas ni restos de equipamiento, sólo parcialmente se podía distinguir el torso y la cabeza de un ser humano. Al leer que el cuerpo tenía por lo menos cinco mil años ya no pude parar de leer.

Cinco mil años, tres mil años antes de nuestra era, mucho antes de Roma, de la Grecia clásica e incluso de las pirámides egipcias. Sin embargo ese hombre vivió más de quince mil años después de que se pintaran los bisontes en la cueva de Altamira, en la actual España.

La escala de tiempo es abrumadora y nos permite tener una perspectiva diferente a la que tenemos normalmente, en la que hechos ocurridos hace apenas cien años, como la Primera Guerra Mundial, nos parecen muy alejados en el tiempo.

Durante años seguí las investigaciones sobre este hallazgo en publicaciones científicas y de divulgación. Ese seguimiento me permitió conocer los nuevos descubrimientos y los cambios que nuevos estudios fueron generando en nuestro conocimiento sobre Ötzi y su entorno.

Así la presunción de la causa de su muerte, que en principio se estableció como hipotermia por exposición al frío, terminó cambiando. Estudios posteriores de los restos encontraron en el hombro izquierdo de Ötzi una punta de flecha. Otros análisis determinaron que la flecha ingresó por la espalda y que la punta perforó su vena subclavia generando una hemorragia masiva que lo llevó rápidamente a la muerte. Pudo determinarse además que su muerte fue precedida por una fractura en su cráneo que se entiende sucedió unas veinticuatro horas antes del fallecimiento.

Los cambios en nuestro conocimiento sobre la historia de Ötzi se dieron también en los análisis genéticos. Los de dos mil doce lo relacionaban con poblaciones como la de Cerdeña, con piel clara y abundante cabello. Estudios posteriores permitieron determinar que el contenido de melanina en su piel era superior, por lo que su piel era más oscura y que genéticamente estaba predispuesto a la calvicie.

Algo que me llamó la atención es que en base al estudio de sus huesos se pudo conocer su edad al momento de su muerte. Tenía cuarenta y seis años, y decía el artículo que con esa edad sería seguramente uno de los ancianos de la tribu, en una época en que la expectativa de vida no superaba los treinta y cinco años. Esa consideración me impactó, porque cuando lo leí yo tenía casi esa edad y estaba muy lejos de considerarme a mi mismo un anciano. En realidad hoy con veinte años más me sigo resistiendo a considerarme viejo.

Volviendo a Ötzi, con cuarenta y seis años, el dato de la predisposición genética a la calvicie y el hecho de que casi no se encontraron cabellos en su cabeza ni en el gorro que la cubría, nos lleva a pensar que sería seguramente casi calvo.

Se pudo determinar que su última comida incluía carne de cabra y de Ibex, un tipo de cabra silvestre. Su vestimenta no incluía ningún tipo de tejido o textil y se componía principalmente de pieles de animales, cabras y ovejas principalmente, pero también de oso, específicamente su gorro se componía totalmente de pequeños trozos de piel de oso cosidos entre sí con tendones animales.  

En los restos de su mochila, con armazón de madera, se encontraron restos de trigo y otros cereales. Ötzi llevaba además elementos para encender fuego y algunas plantas medicinales, entre ellos hongos que se reconocen hoy como potentes antibióticos.

Ötzi vivió en una época en la que los humanos en Europa podían fácilmente terminar siendo el almuerzo de algún oso, lobos o incluso leones. Su época se denomina hoy “Edad del Cobre”, sobrepuesta con el fin del “Neolítico” y se manifiesta en los restos de Ötzi en forma de flechas con punta de piedra, un cuchillo de piedra con mango de madera y un hacha de cobre.

El hacha es especialmente importante porque si bien se han hallado puntas metálicas, la de Ötzi es el único ejemplo en el mundo de un hacha completa. Su mango de madera se ha conservado pero más importante los trozos de cuero que unen la empuñadura con la hoja metálica son los originales.

Un capítulo aparte es la hoja del hacha que es 99% cobre con trazas de plata y algunas impurezas. El análisis metalográfico ubica el sitio en que se extrajo el metal para el hacha en el centro de la península itálica, al sur de la actual Roma. Eso es evidencia ya entonces de algún tipo de intercambio “comercial” entre esas regiones separadas entre sí por más de setecientos kilómetros.

El estudio de los pulmones de Ötzi los encontró cubiertos de ceniza por su exposición a fuegos abiertos y el análisis de sus cabellos reveló la presencia de arsénico, lo que podría indicar su participación en fundición de metales.

Nada de lo leído e incluso lo visto en algunos videos, me preparó para la experiencia de visitar el Museo Arqueológico de Tirol del Sur, una región oficialmente italiana, pero muy austríaca y en la que se habla predominantemente el alemán. En este museo de Bolzano la vista y presencia de los útiles personales de Ötzi  cobra otra dimensión.

Ver sus flechas en preparación, aún sin punta y en las que se ven las muescas, realizadas seguramente con el cuchillo de piedra; mirar los “zapatos” con doble cobertura de cuero y fibras vegetales como aislante térmico, su gorro de piel de oso y un arco sin terminar de dos metros veinte de largo, todo eso le da una dimensión humana y personal a Ötzi.  

Esa dimensión se acrecienta y llega al climax cuando uno se enfrenta cara a cara con la momia húmeda de Ötzi, conservada en una cámara refrigerada, en la posición en que lo encontró la muerte.

El hallazgo, totalmente fortuito, de Ötzi, nos abrió una inesperada ventana a una época prehistórica, una en que los humanos vivían y morían en profunda comunión con la naturaleza. Una existencia precaria pero en la que ya se vislumbraban algunas de las estructuras sociales y económicas que nos acompañan hasta hoy.

Tratar de comprender la historia de Ötzi, nos permite entender un poco mejor la relación entre el hombre y su ambiente, pero también muestra claramente un drama humano que no conocemos porque su historia es para nosotros hoy la de un homicidio sin resolver.  

Publicado en el semanario Crónicas el 25 de julio de 2025.

https://www.cronicas.com.uy/contratapa/mi-encuentro-con-otzi/