22 de marzo de 2018

Debate organizado por el MOVUS "Aspectos económicos del contrato con UPM"

Sigue el texto de la nota publicada por Búsqueda sobre el debate organizado por el MOVUS respecto de los aspectos económicos del "Contrato ROU-UPM".
Este debate es parte de un ciclo de mesas debate sobre diferentes aspectos del contrato con UPM. Los videos de esos encuentron se pueden ver en el Canal MOVUSTV de YouTube.

 
Debate sobre UPM derivó en un intercambio entre un jerarca del gobierno y un consultor agropecuario acusado de “opositor”

“No sabía que iba a haber una arenga político-partidaria que me involucraba; el representante del gobierno dice que pertenezco a los ‘autoconvocados’, pero no soy representante ni nada del movimiento de ‘autoconvocados’. Me pidieron que hiciera un diagnóstico (el 23 de enero en Durazno) y lo hice. No dejen que les mientan tan fácilmente. (…)  Nunca vi un encono tan grande contra la ganadería porque políticamente no son afines, y que se diga que es mejor una multinacional, no salgo de mi asombro” dijo el consultor agropecuario Eduardo Blasina, visiblemente molesto durante un debate que se realizó el miércoles 14 en la Facultad de Psicología.

Blasina respondió al director de Planificación de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Fernando Isabella, quien, durante su presentación en defensa del proyecto de inversión de la empresa finlandesa UPM en el centro del país, identificó al otro panelista primero como integrante de los “autoconvocados” y luego como “opositor”, aunque en realidad este coincidía en apoyar la inversión finlandesa.

Isabella pidió disculpas a Blasina y aclaró que en su opinión es bueno que Uruguay se diversifique para no depender de un solo sector.

En el debate, organizado por el Movimiento por un Uruguay Sustentable (Movus), participaron también el doctor William Yohai y el economista Gustavo Melazzi, de la Red de Economistas de Izquierda.

Mientras Yohai y Melazzi se expresaron de forma muy crítica acerca de la carta de intención firmada por representantes de UPM y el gobierno uruguayo, Blasina e Isabella, desde diferentes ángulos, hablaron a favor.

“Vayan preparando los tomates, porque me parece muy valioso que tengamos 15 años de crecimiento y no sé si es buena cosa que suba el PBI, pero que caiga seguro que no lo es. Lo que estamos discutiendo es en relación con la mayor inversión de la historia”, advirtió Blasina.

Dijo que confía en una empresa finlandesa: “Si me dicen que vienen de Rusia, Estados Unidos, India, pero Finlandia...”.

El ingeniero agrónomo evaluó como positivo el crecimiento de Uruguay en los últimos 15 años y opinó que “si crece durante 30 años, se puede convertir en una Holanda”.

“Nos falta mucho aún desde el punto de vista cultural y si vienen de Finlandia, es un país del cual algo para aprender hay. Si hacen las cosas como en Finlandia, desastres no van a hacer. Algún método de organizarse encontraron que nosotros no”, opinó.

Luego habló de algunos aspectos del contrato. “Invertir en una vía férrea no me parece mal. (…) Sacar la producción por ferrocarril, no me parece nada mal”, dijo.

También se refirió a la situación de los jóvenes al norte del río Negro. “¿Cuál es la opción laboral en Paso de los Toros? Si sos hombre, milico, ¿si sos mujer? Para los que estamos en los bordes es una cosa;  pero si estás en el medio del país, sos el último rezagado”, opinó.

“No sé si ustedes han ido a Paso de los Toros y han hablado con un muchacho de 20 años. Es un pueblo que no tiene nada más que ser empleado público, acomodarse en la Junta o ser milico”, insistió.

Superganancias, falacias y dignidad.

Yohai dijo que luego de analizar los costos y los precios de mercado llegó a la conclusión de que “no hay ninguna empresa en el mundo que deje estas superganancias y eso se debe a las rentas del suelo”.
Luego quitó importancia a la cantidad de empleos que ocupa la cadena celulósica, que situó en nueve por hectárea. También dijo que en el futuro habrá “250.000 hectáreas de zona franca” y calificó de “falacia” y “fantasías” los supuestos beneficios para el país que dejaría UPM.

En relación con la obligación de comprar energía eléctrica a la planta durante  20 años, dijo que se trata de un precio muy alto, sobre todo por la capacidad de producción que tiene Uruguay muy superior a la demanda. “Nunca se va a necesitar esa energía. La capacidad actual es muy alta, es un cheque de subvención de 900 millones de dólares y, sumado al costo del ferrocarril y el  puerto, en total suma al menos 1.850 millones de dólares”, afirmó.

“Estamos a tiempo. Nadie menciona la dignidad. Estamos a tiempo de renegociar el contrato. Este país no tiene dignidad, esa palabra no se conoce. Es una palabra que nadie menciona. Esperamos que esta indignidad sea revertida”, dijo Yohai, y se pronunció por “establecer detracciones a las exportaciones de maderas”.

Melazzi planteó que no existe un análisis serio acerca de la experiencia con las dos plantas que ya existen.
“Desde hace años, en el Uruguay tenemos dos plantas de celulosa, sin embargo no se hace ninguna evaluación. ¿Cómo ha funcionado esto entre las promesas que se han hecho y la realidad? Sería bueno saber qué se piensa en Fray Bentos”, afirmó el economista.

También sostuvo que el canon que pagan las dos empresas ya instaladas no alcanza para los gastos de preservar y monitorear la zona.

Luego dijo que la inversión de la tercera planta no es tan grande como se dijo antes y que se hizo “un análisis muy poco serio sobre puestos de trabajo”.

Melazzi apuntó a la falta de información clara: “La pregunta clave es ¿qué gana Uruguay? ¿Este es el cambio de estructuras que se propuso? ¿La cuenta del PBI y nada más?”.

Insistió en que “si las ganancias se llevan al exterior ¿entonces al Uruguay qué le queda?”. Explicó que además del PBI existe el Producto Nacional Bruto (PNB), que es lo que queda en el país.

“Si consideramos las ganancias que se llevan al exterior, se van 2,2 por cada dólar invertido. Cada año Uruguay es más pobre, se va más de lo que entra. No hay ningún elemento concreto por el cual Uruguay se beneficie. Lo que es bueno para la multinacional no es bueno para Uruguay”, señaló.

El economista concluyó que “no hay un programa de desarrollo, se está trabajando al golpe del balde”.

“En todos lados”.

A su turno, Isabella defendió “el proyecto de celulosa como un todo, no solo el complejo UPM que incluye producción de energía y químicos”; pero advirtió que “es un elemento más en las acciones que se hicieron en estos años y que arrojaron resultados positivos de crecimiento”.

Agradeció la invitación porque en su opinión “hay que estar en todos lados y dar los debates”, pero advirtió que estaba en minoría porque Blasina es “opositor”.

El director de OPP aclaró que el contrato firmado “es fruto de una negociación, en algunas cosas se gana y en otras no”.

Luego hizo referencia a períodos anteriores. “Uruguay no crecía y tenía un empresariado que no cumplía su función”, aseguró, y dijo que UPM es apenas “un eslabón más” de una política que “ha dado enormes resultados en términos sociales”.

Para explicar su defensa de la cadena celulósica dijo que es bueno apostar a la diversificación productiva.
“Los  países que tienen una monoproducción dependen de grupos que tienen mucha influencia, la realidad es un poco más compleja”, advirtió.

Polemizó con Yohai respecto a exportar madera, porque “el flete es muy caro ya que se exporta agua”.
También defendió el papel de la cadena de celulosa porque es “el doble de intensiva” que la ganadería y “si se deja la lechería afuera, aún más”.

También explicó que los productos “se venden en otros mercados y, además, es una ventaja no depender de un actor único como los frigoríficos”.

Otra de las ventajas es, por ejemplo, respecto a las sequías, porque como el ciclo es de nueve años, las eventuales sequías se distribuyen de otra manera.

También destacó los términos políticos. “Los sectores sociales no son los mismos, divide el poder”, explicó.

Otra ventaja para Uruguay es “familiarizarse con alta tecnología”, apuntó, y destacó que al instalarse en el centro ayuda al desarrollo de una zona con los mayores índices de pobreza. “Es un objetivo social en sí mismo. Es el Estado el que tiene que asumir eso”, explicó.

En la ronda de preguntas, Yohai insistió en una mirada pesimista: “Al bajar un poco los commodities ya estamos en problemas y no nos va a sacar UPM”.

Yohai dijo también que, como en efecto, exportar troncos no es rentable, quien estaba en un problema con los árboles era UPM. “Estaba atenazada y los iba a usar de supositorio y, sin embargo, negoció con el presidente diciendo desde hace dos años que si no viene UPM poco menos que se acaba el país”. Para Yohai, “esto no fue una negociación sino una entrega, porque la situación de fuerza la tenía el gobierno uruguayo. Que venga alguien y me explique. ¿Y si ponemos la mitad de la planta, porque no tenemos el 50% de las acciones, y que las inversiones las hagan ellos?”.

Durante una charla que se realizó el viernes 9 en la Casa Bertolt Brecht, los académicos finlandeses Thomas Wallgren y Teivo Teivainen dijeron que en su país también comienza un debate sobre las inversiones de UPM. Opinaron que el poder económico escapa al control en algunos aspectos y “afecta la democracia y debe ser estudiado porque a la larga marca un tipo de modelo de desarrollo cuestionable”.

Publicado en el Semanario Búsqueda.

20 de marzo de 2018

Importaciones de productos químicos para perforaciones petroleras 2017

La empresa Schuepbach importó en 2017 casi 168 toneladas de productos químicos y después de perder en el derrame del primer pozo 125 toneladas de lodo químico terminó importando 38 toneladas más.

Importaciones de Schuepbach registradas en la Aduana de Uruguay:

 

EMPRESA PETROLERA INSOLVENTE PONE EN PELIGRO LAS RESERVAS DE AGUA

Ante las declaraciones de la empresa Petrel sobre su ”Plan de Trabajo” y las “razones por las cuales sigue invirtiendo en Uruguay”, las organizaciones sociales involucradas en este tema consideramos inaceptable pretender que se considere como "normal" los derrames como el ocurrido en la perforación de Cerro Padilla, que está siendo sancionado por la Dinama y obligó a la empresa a importar más sustancias químicas.
Más grave aún es decir que esos derrames solo se producen en rocas pero nunca en el agua o el acuífero porque atenta contra la inteligencia de los uruguayos o evidencia una ignorancia total de las carácterísticas geológicas del subsuelo.

Al contrario de lo expresado en su momento por la dirección de la DINAMA, las perforaciones exploratorias de hidrocarburos no son iguales a las que buscan agua; lo que además queda en evidencia porque la propia DINAMA solicitó para este caso un Estudio de Impacto Ambiental que no pide en las perforaciones por agua.

A modo de justificación, también se sostiene que los productos químicos utilizados y derramados son “biodegradables”. Desde la Puesta de Manifiesto del plan de perforaciones de Petrel venimos solicitando a la Dinama una información y evaluación precisa sobre las 168 toneladas de productos químicos importados por la empresa y, hasta el presente, solo hemos recibido respuestas incompletas.

Ante la confirmación de nuestras prevenciones sobre el impacto de estas actividades, venimos planteando a la Dinama la suspensión de estas perforaciones sobre el Acuífero Guaraní porque están poniendo en peligro la calidad y disponibilidad del agua, un recurso estratégico infinitamente más valioso que los hidrocarburos.

Las declaraciones de Petrel diciendo que busca nuevos socios en Uruguay para financiar su actividad, que está comprometida por los gastos excesivos en incidentes e interrupciones y por el derrumbe de sus acciones en la Bolsa Australiana, que pasaron de un pico de 2,15 centavos de dólar, en octubre de 2017, a 3 milésimos de dólar australiano hoy. Menos de la séptima parte de su valor hace solo 5 meses.

Por último, tenemos serias dudas sobre la legalidad de la operativa de Petrel en Uruguay en sustitución de la empresa Schuepbach, de la que solo es un accionista. Es Schuepbach la que oficia de garantía en el contrato con ANCAP, que incluye una cláusula para el cambio de titulares y la venta de los derechos, procedimiento sobre el cual no se ha brindado información oficial hasta el momento..

Ante esto llamamos a la reflexión y el análisis de estos hechos para no permitir que se siga arriesgando la integridad de nuestra mayor reserva de agua por una aventura petrolera  en la que los contratos firmados aseguran muy pocas ventajas, y muchas incertidumbres, para el Uruguay, aún en el supuesto caso de que se encuentren hidrocarburos comercialmente explotables en estas operaciones.

Uruguay Libre de Megaminería

1 de marzo de 2018

El 2017 fue el año más cálido en Uruguay desde que hay registros

Si bien no hubo una comunicación desde los organismos del estado que se deben ocupar de estos temas, estudios de técnicos uruguayos independientes muestran que 2017 fue el año más cálido de la historia uruguaya.
A nivel mundial la NOAA (Agencia meteorológica de los EEUU) lo ubica a 2017 como el tercero en la historia solo superado por 2016 y 2015 que fueron los dos mas cálidos registrados. (1)
Espero que les interese.

Semanario Búsqueda 1º de febrero de 2018

Duraznos chilenos, pelones españoles y faltan ciruelas, que llegan de Argentina. Las fruterías
uruguayas se han llenado este verano de productos extranjeros. Es que la cosecha en Uruguay ha
sido mala y esto era predecible, comentó a Búsqueda el meteorólogo Mario Bidegain, exdirector
del área de Climatología del Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) y exdocente de la
Facultad de Ciencias.
“Estamos pagando las consecuencias” de las altas temperaturas durante 2017 y un invierno
“excepcionalmente cálido, por el que las plantas no tuvieron la cantidad de horas de frío que
necesitaban para poder fructificar y dar una buena cosecha”, indicó Bidegain.
El 2017 ha sido “significativamente cálido”, destacó. Tras completar el trabajo titulado
Temperaturas anómalas en Uruguay en 2017 y calentamiento global, al que accedió Búsqueda,
concluyó que “el año 2017 fue el más cálido sobre Uruguay desde que hay registros”
instrumentales, que existen en varios puntos del país a partir de la década de 1950.
Para llegar a esta conclusión Bidegain analizó los datos registrados por las estaciones
meteorológicas de superficie instaladas en diferentes puntos de Uruguay que pertenecen al
Inumet (19) y al Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, INIA (5). Además, sumó al
análisis información satelital de la agencia espacial estadounidense, NASA, para el territorio
uruguayo.
El récord uruguayo no es un hecho aislado, es parte de una tendencia global. El 29 de diciembre
de 2017 el Servicio Meteorológico Nacional de Argentina anunció que el 2017 fue el año más
cálido desde que existen registros en el vecino país. El 18 de enero de 2018 le llegó el turno a la
Organización Meteorológica Mundial (OMM), que anunció que el 2017 había sido el tercer año
más cálido de la historia desde que hay registros. Además, los años 2015, 2016 y 2017 han sido
confirmados como los tres más calurosos “en una clara señal de cambio climático a largo plazo
relacionado con el aumento de las concentraciones atmosféricas de los gases de efecto
invernadero”, detalla el comunicado de la OMM.“La tendencia a largo plazo de la temperatura (en ascenso) es mucho más importante que el
ránking de los años individuales y esta tendencia es creciente”, destacó el secretario general de la
OMM, Petteri Taalas. Según los registros, 17 de los 18 años más calurosos han ocurrido en este
siglo y el grado de calentamiento de los últimos tres años “ha sido excepcional”, destacó Taalas.
La variabilidad climática es normal, no hay un año igual a otro y ocurre que hay años más
lluviosos, otros más secos, unos más cálidos y otros más fríos. “La gran pregunta es, ¿esto que
pasó en 2017 en Uruguay ya está, pasó, o es parte de un proceso del cambio climático en el que
podemos esperar temperaturas cada vez más altas?”, cuestionó Bidegain.
Los registros de Europa y Estados Unidos muestran que las temperaturas han venido en
permanente aumento desde el comienzo del siglo XIX y se han disparado con la Revolución
Industrial, cuando comenzó la quema de carbón y luego el uso de combustibles fósiles que
generan gases de efecto invernadero.
“El hombre está actuando sobre la tendencia natural”, destacó Bidegain.
El tema es que para disminuir las emisiones es necesario tomar medidas de peso económico,
aumentar el uso de energías renovables y alejarse del uso masivo de combustibles fósiles, algo a
lo que se comprometieron los países en el Acuerdo de París en 2015 pero que aún no ha
mostrado grandes resultados.
Según los últimos datos disponibles de 2013, Uruguay aporta el 0,066% del total de emisiones de
gases de efecto invernadero a escala mundial. Aporta poco pero sufre igualmente las
consecuencias, por eso ningún país debe “quedarse con los brazos cruzados” pese a que hoy el
partido “se está jugando entre China y Estados Unidos”, los mayores emisores, comentó
Bidegain.
En Uruguay, el impacto de las altas temperaturas fue importante en la producción de la granja
este último año y también en la producción de trigo y cebada. La falta de frío provocó pérdidas
por malos rendimientos en las cosechas, que fueron de mala calidad. Si la tendencia continúa los
cultivos de invierno se van a ver cada vez más en aprietos, comentó Bidegain.
También hay riesgos para la salud, agregó. Por ejemplo, las enfermedades asociadas a climas
cálidos podrían comenzar a afectar más a Uruguay. De hecho, habitualmente el ciclo del
mosquito Aedes aegypti se corta en invierno pero con temperaturas cada vez más altas existe
riesgo de que empiece a cambiar.
Números altos.
El promedio sobre Uruguay en 2017 fue de 18,8ºC, unos 1,4ºC por encima de lo normal, todo un
“récord”, destacó Bidegain.
El valor de referencia para Uruguay es de 17,4ºC y para calcular este número se toman en cuenta
las temperaturas entre los años 1961 y 1990. Este es el valor de referencia que actualmente
utiliza Inumet y que también usó Bidegain. Si se toma el período 1981-2010 como referencia, en
este caso el valor es 17,8ºC.
Al comparar la temperatura promedio de 2017 con la de referencia para Uruguay se ve una
diferencia de más de un grado y esto es “significativo”, destacó Bidegain.
El 2017 fue a escala mundial un 0,4ºC más cálido que la media registrada entre 1981 y 2010
(14,3ºC) y fue el año pasado 1,1ºC superior si se consideran los niveles preindustriales, según
datos de la OMM.
El 2001 había sido anteriormente el año más cálido en Uruguay, con un promedio anual de
18,7ºC, esto es 1,3ºC por arriba de lo normal.
Al analizar lo que ocurrió en el país, “dentro de todo lo cálido que ha sido el 2017, el Este es el
que más ha aumentado” las temperaturas con respecto al valor de referencia, destacó Bidegain,
quien también analizó las altas temperaturas que hubo en aguas uruguayas basándose en datos de
la NASA y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en
inglés) de Estados Unidos.
Hace varios años ya que se observa este aumento en el Este del país y Bidegain lo relaciona con
el aumento de la temperatura del océano.
Norte y sur.
La temperatura promedio de Uruguay para 2017 (18,8ºC) oculta diferencias. En el sur del país la
temperatura promedio fue de 18°C, mientras que en el norte el valor más alto fue de 20°C en el
departamento de Artigas. Estas diferencias entre norte y sur son “lógicas”, comentó Bidegain.
En la zona metropolitana, la estación meteorológica de Carrasco registró su máximo absoluto
anual el día 30 de diciembre con 33,2°C mientras que a escala nacional el máximo absoluto fue
en Mercedes con 37,0°C el mismo día 30 de diciembre de 2017.
Los datos corresponden a los registros de temperatura “al abrigo”, dentro de las casetas de
medición. Las sensaciones térmicas suelen ser superiores, aclaró Bidegain.
Invierno caluroso.
El verano 2016-2017 (diciembre 2016, enero 2017 y febrero) mostró “anomalías positivas
importantes”, concluyó Bidegain. Esto quiere decir que la temperatura promedio para el verano
2016-2017 fue superior a la que suele haber en los veranos uruguayos. De hecho, fue 0,8ºC
superior en promedio.
El otoño de 2017 (marzo, abril y mayo) fue “extremadamente cálido”, destacó Bidegain. En esta
estación el promedio para el otoño fue 1,1ºC superior. De todos modos hay una estación que
dispara los números: el invierno.
“Sin lugar a dudas, el pasado invierno 2017 (junio, julio y agosto) fue el más cálido registrado”
con una temperatura 2,6ºC por encima de lo normal. Un análisis más detallado de los meses
permitió ver que el mes de junio de 2017 estuvo 2,7ºC por encima, julio 3ºC arriba y agosto unos
2,2ºC al alza.
“Las condiciones extremadamente cálidas que dominaron todo el país durante esta estación llevó
a que en algunos lugares experimentaran temperaturas extremas que fueron récord para estos
meses”, analizó Bidegain en su trabajo. Por ejemplo, en Artigas el 25 de agosto se registraron
temperaturas de hasta 33,1ºC.
La primavera, en cambio, fue un periodo con temperaturas “ligeramente por encima de lo normal
sobre Uruguay”, estudió Bidegain. De todos modos, estuvo 0,7ºC por encima de la temperatura
que se toma como referencia. Noviembre fue el único mes por debajo de lo normal, con 0,5ºC
menos en promedio.


Nota de  María Paz Sartori
(1)  http://www.noaa.gov/news/noaa-2017-was-3rd-warmest-year-on-record-for-globe