31 de mayo de 2010

Un invitado de piedra, el carbón.

Se dice que es "invitado de piedra" aquel al que se participa solo porque no hay mas remedio y que en el fondo deseamos tenga algún percance y no pueda concurrir.

Varias propuestas comerciales apuntan a implantar en Uruguay la generación eléctrica con carbón.

El nombre genérico carbón incluye varios tipos de combustible que difieren en su calidad, potencial energético, cenizas y sustancias como el azufre, mercurio, arsénico, cadmio y plomo.(8)

El carbón fue el primer combustible fósil, utilizado desde comienzos de la revolución industrial. Aún hoy, su uso justifica un cuarto de la energía mundial. El 75% del consumo mundial (1) se concentra en la generación de energía eléctrica en Estados Unidos, China, India, Rusia y Japón - países con grandes reservas de carbón en sus territorios. El comercio internacional de ese mineral es inferior al 10% de su producción mundial.

Uso regional y perspectivas

El carbón es solo el 2% de la capacidad de generación eléctrica en Brasil y 3% en Argentina. Paraguay no lo utiliza. Por su parte Chile, si bien hasta 1997 generaba un tercio de su electricidad con carbón, redujo ese guarismo al 15% para 2006, con la importación de gas argentino. Posteriores problemas de abastecimiento de gas llevaron a un renacimiento de las iniciativas carboneras chilenas: mayor importación y explotación de nuevos yacimientos, como el las empresas Copec y Ultramar(2) en la Isla Riesgo, en Punta Arenas.

Planes futuros - La planificación brasileña a 2019 solo incluye una nueva planta a carbón, en Rio Grande do Sul. El gobierno prevé que, para entonces, casi se duplicará la capacidad de generación total, disminuyendo la importancia relativa del carbón.(3) La Secretaría de Energía Argentina no publica planes a largo plazo, pero solo uno de sus emprendimientos próximos (Rio Turbio, en Santa Cruz) generará 240MW con carbón.(4) El uso de carbón crecerá en Chile, pero lejos de los niveles previos a 1997.(2)

Carbón en Uruguay

Hacia mediados del siglo XIX nuestro país comenzó a importar carbón mineral para movilizar ferrocarriles, producir gas de alumbrado y, a partir de 1880, también para generar energía eléctrica para los tranvías y el servicio público de electricidad.

Desde 1920, el carbón fue sustituyéndose por combustibles derivados del petróleo. Hacia 1965 su presencia en el balance energético era inferior al 2%, desapareciendo casi totalmente para 1977.(5)

En los ’80, el crecimiento de la demanda eléctrica fue cubierto por la incorporación de la represa de Constitución (Palmar) y la paulatina disponibilidad de energía en Salto Grande.

La sequía y restricciones energéticas de 1989, que llevaron a la incorporación de la central de La Tablada en 1991, dieron lugar a que se discutiera en la entonces Dirección Nacional de Energía la posibilidad de instalar una central a carbón en Montevideo o Nueva Palmira. La idea fue descartada por la previsión de disponibilidad de gas, motivos ambientales y logísticos.

¿Planificación?

En 2006 aparecen en ámbito oficial dos análisis de situación sobre la posibilidad de generar electricidad con carbón.(6) Sin embargo, la planificación 2005-2030 solo lo incluye como un tema que debe ser estudiado en profundidad, a largo plazo, y que necesita de importantes consensos nacionales por sus consecuencias ambientales y la dependencia de combustibles importados que conlleva.

En las elecciones nacionales de 2009 la energía, en especial las iniciativas para el sector eléctrico, ocuparon secciones enteras en los programas de todos los partidos políticos. Esas publicaciones abundan en propuestas para la generación de electricidad con gas natural, gas de petróleo (GLP), biomasa, energía eólica, energía solar y eficiencia energética. El carbón no es mencionado en ninguno de los programas.

Ya en 2010, el tema de generar electricidad con carbón solo es mencionado como una “eventual incorporación” para “mediano y largo plazo” en los documentos finales de la multipartidaria que sobre el tema de energía convocara el Sr. Mujica en su carácter de Presidente Electo.

Esa comisión enfatizó la necesidad de integrar al sistema eléctrico, para 2015, los 300MW eólicos y 200Mw de biomasa previstos en la planificación 2005-2030, como mínimo. Agregó que se debía establecer “a la brevedad el cronograma de incorporación de potencia para el corto, el mediano y el largo plazo, comenzando por la incorporación de no menos de 200 MW de potencia firme”.

A pesar de su ausencia en el sistema político, los planes de gobierno y la planificación energética oficial, el tema del carbón ha aparecido reiteradamente en la prensa, relacionado a la explotación de hierro de la empresa Aratirí, al proyecto de celulosa de Copec y a la nueva conexión con Brasil en la línea Candiota-San Carlos.

Las tres propuestas referidas, fueron reseñadas por el Sr. Presidente Mujica en su alocución radial del pasado 18 de mayo, aclarando que no había sido tomada ninguna decisión al respecto, y que todos tenemos derecho a informarnos, opinar y hacer propuestas. (7)

Propuesta.

Es fácil ver que los proyectos presentados se beneficiarían de agregar a su actividad la generación de electricidad con carbón, ya que las empresas proponentes son dueñas de yacimientos y tendrán potencialmente capacidad ociosa en los fletes después de exportar ya sea el hierro como la celulosa. En el caso de las que generaran en Brasil, hoy solo tienen asegurado en el sistema brasileño el despacho de menos del 40% de su capacidad de generación.(3)

No queda tan claro el beneficio que obtiene el Uruguay, en especial si quedara contractualmente obligado a comprar la electricidad generada, independiente de la situación del consumo y del parque de generación. Paradójicamente, con una planta de 200MW, la porción de carbón en el sistema uruguayo (8%) sería superior a la de muchos países que cuentan con yacimientos propios, por ejemplo, Argentina y Brasil.

La implantación de este tipo de generación implica que se deben definir las normas ambientales aplicables, las medidas que se deberán tomar para evitar la liberación al ambiente de los subproductos de la combustión del carbón, principalmente ceniza, óxidos nitrosos, azufre y mercurio. Contar con procedimientos para el tratamiento y disposición de los residuos sólidos (cenizas) y si la planta deberá contar con tecnología de captura de CO2.

No se dispone de detalles sobre la tecnología, ni el tipo específico de planta que estas empresas proponen. Sin embargo, suponiendo 32% de eficiencia, que importen hulla bituminosa con al menos 75% de carbono y que la planta esté en condiciones de operar un 80% del tiempo, entonces, su consumo será de 900.000 toneladas anuales de carbón.(9)

El proceso generaría anualmente 2.700.000 toneladas de CO2, multiplicando efectivamente por 10 las emisiones del sector eléctrico uruguayo (10) y dejará en forma cenizas unas 250.000 toneladas que deberán ser almacenados en forma segura o utilizados de acuerdo con su composición.

Sobre este tema ha aparecido repetidamente la frase de que no se puede ser mas realista que el rey y que si, por ejemplo, Alemania usa carbón para generar electricidad, también podemos hacerlo aquí. Quizá la pregunta debiera ser si no tenemos en nuestro país otras opciones para generar electricidad con mejores resultados ambientales y económicos para el Uruguay.

La generación de electricidad no puede ser un fin en si mismo sino una forma de impulsar el desarrollo nacional.

Raúl E. Viñas

Referencias.
(1) http://rankingamerica.wordpress.com/category/energy/
(2) www.cne.cl (Política energética)
(3) www.mme.gov.br (PDE2019_03Maio2010.pdf)
(4) http://energia3.mecon.gov.ar
(5) Balance energético Nacional 1965-1995 (DNE)
(6) Carbón Mineral para la generación eléctrica (DNETN Junio 2006)
(7) www.mpp.org.uy
(8) http://www.ucsusa.org/clean_energy/coalvswind/c02c.html
(9) http://www.cleanenergyasia.net/upload/resources/file/file_255.pdf
(10) www.mvotma.gub.uy/dinama/index.php

Energía y política departamental.

La energía en las departamentales

Las políticas departamentales influyen en las opciones energéticas de la población,

Las elecciones municipales del próximo domingo 9 de mayo marcan el cierre del largo periplo electoral uruguayo 2009-2010. La energía, reconocida como un tema estratégico por el nuevo gobierno - que motivó la formación de una comisión interpartidaria para su estudio - ha sido un gran ausente en las campañas municipales, tal como puede verificarse mediante la revisión de los programas presentados por los candidatos.

La política energética se define a nivel nacional en el Ministerio de Industria Energía y Minería (MIEM). A nivel municipal, las campañas se centran, tradicionalmente, en asuntos como los residuos, la infraestructura vial, el saneamiento, la gestión municipal, y cuestiones locales específicas. Quizá haya quienes, en este contexto, se pregunten si tiene cabida el tema energético en las elecciones municipales.

Los gobiernos departamentales son, en el cumplimiento de sus cometidos, grandes consumidores de energía. Ese consumo incide en sus presupuestos y, por ende, afecta su capacidad de realizaciones e influye en su política impositiva.

No es fácil discriminar el costo energético de las comunas, la utilización de medios de transporte y maquinaria, el alumbrado público y el uso de las instalaciones implican consumo de energía, cuyo costo se traspasa a los contribuyentes.

A su vez, los gobiernos departamentales tienen la capacidad de reglamentar códigos para la construcción, tanto de viviendas como de otras infraestructuras. Pueden también influir en los costos relativos de los diferentes medios de transporte y modificar las condiciones de mercado para promocionar o limitar determinadas actividades económicas. Es por esto que las comunas tienen una importancia decisiva en la promoción e incorporación de nuevas y mas eficientes prácticas y tecnologías energéticas.

Algunas intendencias de nuestro país han realizado estudios y experiencias de generación de energía eléctrica autónoma. Cabe preguntarse si podría trabajarse la producción de insumos energéticos desde los gobiernos departamentales, aprovechando recursos a su disposición o negociandolos con empresas generadoras de energía y/o de reciclaje.

Por ser las intendencias y gobiernos locales consumidores, reguladores y potenciales generadores de energía, podríamos reconocer que ésta debería formar parte de sus políticas, aunque no forme parte de sus organigramas ni este presente específicamente en las campañas y programas de los candidatos.

Propuestas

¿Qué tipo de iniciativas podrían presentar los programas?

Una primera medida sería el compromiso de disminuir la intensidad energética de los procesos, considerando criterios de eficiencia,

Iluminación pública

Muy relacionado con la seguridad, sobre la que si se habla en esta campaña, está el tema de la iluminación y señalización. De acuerdo con reportes de prensa, el Poder Ejecutivo está estudiando una resolución para limitar e incluso prohibir las lámparas incandescentes y sustituirlas por lámparas eficientes. La tecnología mas visible hoy para esa sustitución es la de los sistemas fluorescentes, cuya principal contra es la necesidad de disponer de manera adecuada del mercurio que contienen. Una alternativa serían los sistemas en base a “leds”(Diodos Emisores de Luz) que son mas eficientes, superan en duración a los fluorescentes y no están asociados a problemas ambientales.

Considerar municipalmente estos nuevos tipos de luminarias, que no requieren cambios en la infraestructura para su instalación, permitiría contar con mejor y mas confiable iluminación, reduciendo el consumo de electricidad. Los sistemas LED ya se utilizan en algunos departamentos para la señalización urbana en semáforos sustituyendo las lámparas incandescentes de 60watts por paneles de diodos de 12 o 15 watts. De este modo, se reduce el consumo y aumenta la seguridad, dado que el panel sigue funcionando y señalizando adecuadamente, incluso si se “quema” uno o mas diodos.

Transporte

Reducir el consumo de combustible de la flota de vehículos de las intendencias, racionalizando su uso y considerando, al momento de renovar las flotas municipales, no solo el valor de adquisición sino además el costo final de uso de los diferentes medios de transporte. La incorporación de vehículos híbridos y eléctricos con menor impacto ambiental y mejor uso de recursos autóctonos, también podría integrar la propuesta de los candidatos.

Reglamento y regulación municipal

Podría incluirse en los programas la revisión de los códigos y reglamentos de construcción, especialmente las normas referentes al aislamiento térmico y la incorporación de medidas solares pasivas. Por ejemplo los aleros y dobles ventanas, que mejoran la habitabilidad, disminuyendo la necesidad de acondicionamiento de aire y maximizando la iluminación natural, resultando en una vivienda mas cómoda y con menores costos de mantenimiento. Estas regulaciones deberían ser, a su vez, aplicables y aplicadas a las viviendas en cuya construcción participan fondos públicos.

La incorporación de sistemas solares térmicos en todas las instalaciones municipales y el impulso a su instalación por particulares podría coordinarse con las autoridades nacionales, para reducir el consumo de electricidad.

En lo impositivo, podría llevarse el tema de la “guerra de las patentes” de vehículos particulares al tratamiento diferencial de los vehículos eléctricos e híbridos. El actual sistema de tributación en base a aforos limita la incorporación al parque automotriz de estos vehículos, que deben pagar más impuestos debido a su mayor costo de adquisición.

En el transporte público, la incorporación de vehículos eléctricos e híbridos contribuiría a reducir el uso del petróleo y sus derivados, mejorar la calidad del aire en las zonas urbanas y reducir el nivel de ruido en las grandes vías de transito..

Propuestas “residuales”

Algunos gobiernos departamentales ya producen o apoyan la producción local de insumos energéticos, en particular biodiesel.

Todas las comunas reciben diariamente grandes cantidades de materiales potencialmente energéticos, en forma de residuos, que son parcialmente quemados o se utilizan para rellenos sanitarios. Hoy día, otros materiales en forma de efluentes sanitarios, son vertidos con poco o ningún tratamiento a los cursos de ríos y arroyos. La esperanza está puesta en que su dilución y degradación natural sea suficiente, para no afectar el ambiente acuático y la calidad de esos cursos de agua, que muchas veces sirven de fuente de agua potable de las poblaciones río abajo.

El impulso a la clasificación y reciclaje de residuos aparece en todos los programas de los aspirantes a las intendencias. El principal aspecto tratado es el de la recuperación de metales y otros materiales, en un enfoque muy relacionado con la problemática de la clasificación y recolección informal. En menor medida, algunos agregan el tratamiento especial de residuos como las pilas. Para el resto de los residuos, solo incluyen vagas ideas para su disposición final, mayormente en forma de relleno sanitario mas o menos aislado del ambiente.

Aunque positivas en su conjunto, esas medidas podrían complementarse con propuestas para el aprovechamiento de los residuos en la producción de combustibles como el biogas, pasible de ser usado directamente o para la generación de electricidad. De este modo, se evita además la liberación atmosférica de gases como el metano, cuyo efecto de invernadero es potencialmente superior al del dióxido de carbono (CO2).

Para los efluentes sanitarios abundan propuestas de ampliar redes de saneamiento y de llevar el servicio a toda la población, medida altamente deseable. Sin embargo, salvo en contadas excepciones, las propuestas tienen una concepción perimida, propia de la primera mitad del siglo XX, que considera suficiente alejar los efluentes de los sitios de origen. Hoy el volumen y la concentración de sustancias, incluso medicamentos, en las aguas servidas, hace muy peligroso cualquier enfoque que no considere el reciclado del recurso agua y el potencial energético de los sólidos para producir combustibles y fertilizantes.

Propuesta final

Estamos a menos de 10 días de la elección y tradicionalmente en esta etapa intervienen mas los jefes de campaña y los publicistas, que los técnicos y asesores que llevarán a cabo el grueso de la gestión del gobierno por los próximos cinco años.

Mas allá de algunos roces ha sido esta hasta ahora una campaña casi de guante blanco en la que faltaron en la discusión pública las propuestas y mas aún la contraposición de los caminos para alcanzar los objetivos.

Igualmente muchas cosas importantes se han realizado en siete días o menos, por lo que aún estamos aún a tiempo de conocer mas en profundidad la opinión y los planes de los candidatos, no solo en el tema de la energía, sino en otros que hacen al bienestar y el desarrollo.